Cela de jovenPor Pablo Méndez.-
No por ocupar un espacio de lujo en la historia de la literatura debemos ignorar aquí el recuerdo de grandes escritores, Camilo José Cela es uno de esos autores que han convertido nuestro siglo anterior en un verdadero paraíso de literatura. Cela es una especie de genio entre dos mundos, un milagro, a veces antipático, a veces, extravagante de la posguerra, pero siempre comprometido con la literatura, escribiendo sin parar, construyendo una obra que unos admiran, otros detestan y hoy, pienso yo, pocos leen.
A Cela le jugó una mala pasada su propio personaje que se hizo mayor que él y acabó por casi ensuciar un talento envidiable y una disciplina titánica. Convencido estoy de que ese personaje ficticio irá dejándose ir y quedará la obra escrita por un genio que quiso trabajar el idioma, amar el lenguaje y enriquecerlo desde sus veinte años hasta sus últimos días.
El Cela que ahora leemos es el Cela de La colmena y La familia de Pascual Duarte, dos obras maestras, de corte tradicional, sobre todo la segunda y caídas en la gloria de estudiarla en los colegios y libros de texto… siempre he pensado que Cela podía haber escrito veinte obras similares a La familia de Pascual Duarte y otras tantas de un corte similar a La colmena, sin embargo prefirió la aventura de hacer crecer la novela, de buscar en la vanguardia un ir más allá, algo parecido a inventar, pero con la palabra y el lenguaje, novelas como Tobogán de hambrientos, Garita de hospicianos, La Cátira, Cristo versus Arizona, Mrs Caldwell habla con su hijo… son magnífica prueba de ello. Y no podemos olvidar al Cela periodista, en la revista Papeles de Son Armadans, que estuvo activa más de veinte años rescató importantes autores, creó otros y lo que es más importante, puso en la órbita de la literatura española a los autores del exilio que estaban cayendo en el olvido. En Papeles salió la primera antología de la Generación del 27 después de la guerra con autores como Emilio Prados, Altolaguirre, Alberti, Lorca… un trabajo que poco se le ha reconocido, la verdad.
Camilo José Cela es uno de esos escritores que convirtieron el arte de escribir en una leyenda de intensidad, pasión y amor, mucho amor por la palabra.