Oxford Circus
Gerardo Rodríguez Salas
III Premio de Poesía Marpoética
Colección Visor de Poesía
Madrid, 2025
ENCRUCIJADAS
Desde el comienzo de su escritura, la biografía literaria de Gerardo Rodríguez Salas (Granada, 1976) transita por la polisemia creadora. En la sensibilidad del catedrático de Literatura Inglesa de la Universidad de Granada, traductor e investigador conviven la pulsión narrativa —que alumbró la colección de cuentos Hijas de un sueño (2017)— , la propuesta escénica de Vulanicos (2025) y una imparable travesía lírica que, en el intervalo temporal de un lustro, da vuelo a las entregas Anacronía (2020), Los hilos de la infamia (2024) y Oxford Circus (2025), compilación de poemas reconocida este año con el III Premio de Poesía Marpoética.
El título del poemario invita a sondear su sentido. Como es sabido, Oxford Circus es una estación del suburbano londinense en Oxford Street, arteria urbana de intensa actividad comercial y turística. Pero su vitalismo social también puede entenderse como una encrucijada, un variopinto telón de fondo donde percibir identidades contradictorias, indicios de existencias marcadas por la diversidad, lugares transitorios donde salen a escena pretérito y ahora, luces y sombras.
También la cita de apertura resulta plena de explícita semántica. Una escueta aseveración del filósofo y ensayista Paul Preciado (Burgos, 1970), gran investigador sobre estudios de género y teoría queer: “Yo soy el monstruo que os habla”. El paratexto añade otro relato reflexivo a la cartografía poética. Los estereotipos sociales marcan los conceptos de normalidad y rareza, de integración o pertenencia a un mundo invertido.
Como si quisiera buscar un tiempo de equilibrio, el poeta denomina “Vodevil” al primer tramo del conjunto, para que la mirada del yo verbal expanda sus cavilaciones en ese circo al aire libre de lo cotidiano. El entorno recuerda un teatro de variedades y advierte que bajo la lona de la realidad hay gradas y trapecios, jaulas y trampolines dispuestos a representar una comedia ligera. La palabra previa de Chantal Maillard cede el protagonismo escénico al lenguaje. La introspección crea una cadencia testimonial. En ella la escritura expresa nuestra la condición transitoria y el estar desapacible del diferente. En el declinar del tiempo, una carpa raída muestra las lindes de la noche. Mirar atrás es percibir un relato de sombras e intemperie en la abrupta ladera de la historia. La evocación chirría; retornan grietas y cicatrices. Tras la conciencia dolorida, queda el consuelo de especular con una falsa tolerancia que permite sobrevivir en la jaula de un circo. La única composición del apartado mantiene una fuerte cadencia interrogativa sobre la voluntad de estar: “Escribir / trazar el cerco / con sangre nómada / que excede / los renglones / y contagia el futuro / de espejismos…”.
En el tramo “Burlesque” la parodia y la exageración de rasgos marcan los pasos de aquello que supone una ruptura de la normalidad. También una reivindicación de la rebeldía del yo poético, encarnada en las voces de Leopoldo María Panero, que hizo del manicomio refugio, o de Oscar Wilde, protagonista de un juicio moral que arruinó su reputación y existencia. El escritor irlandés dejó en De profundis un testimonio conmovedor sobre el sufrimiento humano y las adversidades de la fortuna. Ese largo proceso de transformación interior ilumina el poema del mismo título de Gerardo Rodríguez Salas. Los versos hacen sentir que somos hijos del frío, nómadas cansados que llegaron desde la infancia y buscan todavía un lugar que no limite al norte con la culpa.
Si los contenidos son ajenos a cualquier indiferencia o levedad, en muchos momentos el poemario también explora la materia cambiante del formato. Los renglones pierden su naturaleza lineal para conformar escaleras, como sucede en el poema “Gender buttons”, incorporar signos gráficos, inventar teclados sin significado y apostar por una caligrafía onírica, donde el sentido ocupa un espacio en blanco.

Los recursos formales cambian. La página se desdobla, con insólito acierto, para hacer de los padres dos destinatarios confrontados en la travesía biográfica y en los complejos itinerarios de la educación sentimental.
En “Teatro de sombras”, un largo poema fragmentado en teselas, germina un enunciado narrativo crítico. Desde un legado de desajustes e ingratitud, el sujeto verbal reclama límites en su espacio concreto. Denuncia que alguien desde dentro liba la claridad interna. El poeta no duda en alzar un estridente muro de lamentaciones. Los paisajes diarios adquieren un sentido nuevo porque la historia silente que comparte el lenguaje tiene las dimensiones justas del yo; un sueño lastrado por la finitud y lo inasible.
Uno de los veneros esenciales de Oxford Street es el sustrato de la identidad sexual y la necesaria indagación en su semántica. De nuevo, la fuerza de la cita de Pedro Lemebel, poeta y activista chileno de la causa LGBTQ+, actúa como un registro aclaratorio: “No soy un marica disfrazado de poeta”. La evocación sugiere un regreso al origen. Sostiene una meditación sobre una conciencia original lastrada por la culpa y recorre los pasos del lenguaje como protagonista fundamental de la antología del yo. La exploración lingüística marca el apartado; se quiebra la senda lineal del argumento, como si la pausa, la fragmentación y los desvíos fónicos, fueran elementos esenciales del lenguaje. También en el apartado final “Extravaganza”, de nuevo bajo el eco de Chantal Maillard, el verso se fragmenta con espacios en blanco.
Innovador y experimental, pero siempre ajustado a un férreo compromiso con la conciencia del hablante lírico, Gerardo Rodríguez Salas en su premiado libro Oxford Circus abre la espita, entre otros referentes culturales, al magisterio formal de Vicente Huidobro para perfilar una estética neocreacionista por su intento de romper con la poesía tradicional de signo realista. Sus poemas trasmiten una compleja experiencia emocional, a partir de un contexto imaginario y surrealista. Poesía que hace de la soledad un sobrio recipiente, una caja negra donde guardar oscuras confesiones.











