En la tarde del domingo 8 de junio de 2025 ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando la pintora Soledad Sevilla.
Con un discurso titulado ‘Pintar es experimentar la belleza’, Soledad Sevilla recordó su formación académica en las escuelas de Bellas Artes de San Carlos y de San Jordi, así como su participación en el Centro de Cálculo de la Universidad Complutense, donde constató que su creación respondía a «una geometría más blanda, más emotiva «, una vía que privilegia lo sensorial, lo envolvente y lo íntimo.
Destacó Sevilla su experiencia en Estados Unidos y aludió a la dificultad que supuso compatibilizar su desarrollo artístico con las exigencias del ámbito doméstico.
La obra de Soledad Sevilla, entre pintura, instalación e intervención, involucra al espectador, que observa, reflexiona, experimenta y recuerda. Tres disciplinas que le han ayudado a entender el espacio, la luz y la emoción.
Sevilla destacó el papel fundamental de la experiencia en la creación artística: “El arte no es un objeto, es sobre todo una experiencia”, y subrayó la importancia de mirar hacia atrás para abrir nuevas sendas. Igualmente defendió con firmeza la vigencia de la belleza, frente al materialismo y la digitalización del presente, como refugio de contemplación y profundidad emocional.
“La pintura es parte de mí, mi compañera de viaje”, sentenció la recién elegida nueva académica.
En total, la artista valenciana ofreció una profunda reflexión sobre su trayectoria profesional, su concepción del arte y su compromiso con la belleza como experiencia transformadora, e hizo patente su gratitud hacia quienes han formado parte de su camino artístico, desde su madre y sus primeros maestros en Valencia, hasta pintores fundamentales como Eusebio Sempere o Elena Asins.
Contestación de la Academia
La contestación por parte de la Corporación ha sido pronunciada por el arquitecto Rafael Moneo.
Soledad Sevilla fue elegida académica de número por la Sección de Pintura el 24 de junio del año pasado; la candidatura de la artista fue presentada por el compositor y director de la Academia, Tomás Marco, la escultora Blanca Muñoz y el arquitecto y artista Juan Navarro Baldeweg.
El broche final lo puso el organista Daniel Oyarzábal, quien interpretó fragmentos de Los ángeles, de Olivier Messiaen; el Pange Lingua de Juan de Bermudo y el Contrapunto VIII a 3 de El arte de la fuga de Johann Sebastian Bach.