octubre de 2024 - VIII Año

‘La vida por delante. La infancia en la calle, 1941-1951’ Fotografías de Valentín Vega

Museo Nacional de Antroplogía (c/ Alfonso XII, 68. Madrid), hasta el 12 de marzo de 2017.- FINALIZADA

cartel vega

La visita a esta exposición fotográfica es una fantástica oportunidad de mostrar a nuestros hijos un pedacito de la historia de sus abuelos y bisabuelos.

Valentín Vega (Luanco 1912- El Entrego 1997) comenzó a ejercer el oficio de fotógrafo, al que ya se dedicaban sus hermanos, tras salir de la cárcel en la que estuvo preso tres años por militar en un partido de izquierdas.

Le gustaba ejercer de «fotógrafo callejero». En bicicleta o en tren, así se trasladaba todos los días, cargado de su cámara Leica, a los pueblos y villas de la cuenca minera del Nalón.

En los retratos capturó el día a día de sus paisanos, gente llana, sencilla, que necesitaban recuperar el curso de la existencia y reparar las heridas que dejó tras de sí la guerra.

unspecified 1

Toda su obra es un testimonio muy valioso y fiel de aquella época. Durante los diez años que ejerció esta profesión, retrató la vida en la calle, el trabajo en la mina, a pie de obra, en el mercado, bares y tiendas, la peluquería, la escuela, el paseo, fiestas, bodas, etc… Lo ordinario y lo extraordinario, nada escapó a su objetivo, incluida la muerte.

Su archivo desde 1941, hasta 1951 contiene unos fondos de setenta y seis mil negativos, el resto de 1951 hasta su jubilación se perdió en una inundación que destruyó su estudio.

La división de géneros es evidente en algunas de las instantáneas. No se ven pandillas de chicos y chicas juntos como ocurre en la actualidad. Sirva de ejemplo una que muestra un grupo de chavales, orgullosos enseñando la mejor de sus sonrisas, alineados como si de un equipo de fútbol se tratara.

unspecifiedUnas muchachas posan «vestidas de domingo», con los brazos entrelazados y divertidas, sabedoras de la importancia del instante.

En otra, los mozalbetes con ropa demasiado grande, desigual, sobria, heredada casi con toda seguridad de algún hermano mayor, sonríen a cámara. Se sienten guapos por el hecho de lucir sus mejores galas.

Nos llama la atención, la alegría de vivir, el brillo en los ojos y el optimismo de los retratados. Todos ellos de clase baja o media, hombres y mujeres del pueblo. Conscientes de que salir en la foto era un regalo excepcional. Posan con una naturalidad y franqueza de la que carecían los retratos serios y posados en exceso, propios de la adinerada burguesía.
La realidad social se evidencia en el trabajo infantil, asumido dentro de lo cotidiano con asombrosa normalidad. Vemos chiquillas y chiquillos, cargados con cestos de carbón sobre sus cabezas. O transportando ladrillos en una fábrica de tejas, etc. Para todos ellos, la infancia quedó arrinconada y pasaron a ser adultos de golpe.

unspecified4

La mortalidad infantil muy alta, también aparece reflejada en imágenes post-mortem de bebés y en un solemne entierro, en el cual, niños de corta edad participan portando a hombros el féretro blanco, mientras las niñas, vestidas de comunión, sujetan unas cintas blancas que salen de las esquinas del mismo.

Otra escena, nos saca una sonrisa por disparatada e impensable hoy en día; Un paciente en la habitación del hospital fumando un cigarrillo, mientras charla de forma distendida con los amigos que le han ido a visitar y fuman a la vez.

unspecified3

Una pareja de guardias civiles posan con el tricornio que les sigue identificando a día de hoy. Algunas cosas no han cambiado tanto.

También hay lugar para la pobreza extrema de la post-guerra. La imagen de un mendigo que, sentado al borde de un camino, extiende su mano pidiendo una limosna, o la de una madre con su hijo en el regazo tapado por un abrigo harapiento, apoyada en una pared, nos conmueven y testimonian la dureza de la más absoluta de las miserias.

En todas sus fotografías hay una lección de vida. Ponen de manifiesto la enorme capacidad de superación de las personas. Destilan una belleza, humanismo y sensibilidad que no puede ser fruto de la casualidad.

Una recomendación: ¡No se la pierdan!

COMPÁRTELO:

Escrito por

Archivo Entreletras

El Hidalgo: literatura y pobreza
El Hidalgo: literatura y pobreza

Por Ricardo Martínez-Conde*.- / Octubre 2018 Alguien ha dicho, creo que acertadamente, que la grave crisis económica que asola los…

El laicismo en Habermas y su origen griego
El laicismo en Habermas y su origen griego

Que el laicismo militante hacia la laicidad es una consecuencia de la Modernidad, es cosa sabida. Popper, en el Prefacio…

Crisis de la modernidad: mito y realidad de las revoluciones
Crisis de la modernidad: mito y realidad de las revoluciones

Markus Gabriel, en su obra Ética para tiempos oscuros (2021), en la que intenta fundamentar una ética para nuestro tiempo,…

1268