noviembre de 2025

‘El bosque de deleites fratricidas’, de Indran Amirthanayagam

El bosque de deleites fratricidas
Indran Amirthanayagam
RIL Editores, Colección AEREA / Carménère
Prólogo de Pauline Le Roy
Girona – Santiago de Chile, 2025
106 páginas

Regresa al verso en nuestro idioma el poeta, traductor, editor y músico, además de diplomático y animador cultural de origen esrilanqués, nacido en Colombo aunque naturalizado estadounidense, Indran Amirthanayagam, quien hace cuatro años, en 2021, dio a la imprenta Isleño; todo un repaso por lo más granado de sus siete obras poéticas más importantes de entre las originalmente escritas en lengua castellana hasta entonces: El infierno de los pájaros (2001), El hombre que recoge nidos (2005), Sol camuflado (2010), Sin adorno: lírica para tiempos neobarrocos (2012), Ventana azul (2016), En busca de posada (2019) y Lírica a tiempo (2020). 109 composiciones quedaron reunidas en aquel notabilísimo volumen, con prólogo de Juan Carlos Mestre, en cuyas líneas el escritor leonés incidió en la naturaleza cosmopolita de la creación de Amirthanayagam: “Poeta insomne”, cito, “habitante de todas las zonas del conocimiento donde la palabra se hace conciencia crítica de las civilizaciones; el extranjero que habita las lenguas que articulan el sentido último del universo y fundan la perdurable verdad de un idioma solar”. Palabras gracias a las cuales comprendemos mejor el hecho, verdaderamente insólito, de que Indran Amirthanayagam cultive de modo indistinto la creación literaria en inglés, francés, portugués, creole haitiano y, por supuesto, en español. Y, al hilo de esto último, la aparición ahora, nuevamente bajo el sello de RIL Editores, del volumen titulado El bosque de deleites fratricidas vuelve a poner de manifiesto la capital importancia de nuestra lengua no sólo en la praxis meramente compositiva del autor, sino también en su imaginario inmediato y en su pulsión creadora, lo que –a mi modo de ver- resulta incluso mucho más relevante (“…con cada verso no escrito en español me siento / más alejado, más solitario ante la pantalla”, leemos en el poema “Pensando en la invasión”).

Estamos, pues, ante un “escritor cosmopolita y también políglota”, como bien lo define la poeta y pintora chilena Pauline Le Roy, quien, en su prólogo a El bosque de deleites fratricidas, prosigue diciendo que Amirthanayagam “nos lleva a temas cruciales para la humanidad, guerras, pestes, injusticias, abusos. El artista interpreta poéticamente el mundo de hoy y nos introduce en sucesos importantes del ayer. El poeta es (…) de alguna forma nuestra voz, y quizás representa nuestra voz”. Y añade Le Roy: “En este poemario, el bosque de los deleites fratricidas es el Mundo, con todas sus exigencias y dificultades”; también con todas sus injusticias, que son denunciadas por el sujeto lírico con su “mirada de águila” y su “corazón de poeta amable y amistoso”, de manera que el libro todo, en palabras de la prologuista, “pareciera ser una bofetada creativa, un golpe colmado de compasión, empatía. Es un dardo de corazón a corazón”. Personalmente, creo que ahí radica la mayor virtud de este hermoso volumen, en el que Indran Amirthanayagam vuelve a lucir la flexibilidad versal y la radical libertad estrófica que caracterizan su cultivo de la poesía en nuestra lengua. Y en efecto: tal elección, o tal decantación en el plano de la forma, se pone esta vez al servicio de un discurso que aspira a remover conciencias y —más importante aún— a tejer redes de solidaridad profunda entre los ciudadanos dignos de ese nombre; entre los ciudadanos del mundo que no se resignan a contemplar, de brazos cruzados, todo este episodio de la Historia que venimos sufriendo de un tiempo a esta parte, con su repugnante involución ideológica, y con su descarado culto al dinero y a la fortaleza de quienes lo poseen, lo acaparan, lo derrochan e, incluso como argumento de autoridad, lo esgrimen contra los más débiles.

Frente a un panorama tan perturbador, y a lo largo de los 80 poemas que configuran El bosque de deleites fratricidas, el poeta cosmopolita que es Indran Amirthanayagam —y el sabio nómada que es también Indran Amirthanayagam— nos convoca “a las barricadas de nuevo. / Al escritorio para escribir los versos que nuestros tiempos / nos reclaman (…) / sobre el hecho / de que a pesar de las circunstancias uno puede / y uno debe restablecer y restaurar, caminar adelante”. Y así podemos leer luego, en el sencillo y vibrante poema titulado “Sin excusas”: “Sin remordimientos. Sin pasos atrás. / Sin zapatos. Sin temor. Sin tristeza. / Sin désespoir. Sin nada. Sin todo. / Pero con amor. Con valentía. Con / ilusión. Con esperanza”. Amor, valentía, ilusión, esperanza, nada menos; también capacidad para el perdón, pues sin él “no hay redención o salvación o restauración”: de todo ello viene cargada esta obra entrañable, quizá la más abiertamente cálida de entre las más recientes de su fecundo autor, porque, como leemos en el poema “Avión en papel”, “escribir versos y no compartirlos / es un asunto muy triste como / hacer un avión de papel para / un hijo que se ha ido”. Y sí: en un mundo tan rematadamente áspero —“áspero mundo”, al decir de Ángel González— hay que sentir mucho amor, hay que ser muy valiente, hay que tener ilusión y hay que abrazar sin excusas la esperanza para seguir creando y compartiendo lo creado como Indran Amirthanayagam lo viene haciendo desde siempre. Soportando esa soledad a la que todo creador digno forzosamente se aboca, para al fin residir “en el último renglón de la escala / hacia Dios”.

COMPÁRTELO:

Escrito por

Archivo Entreletras

Hilario Martínez Nebreda, el poeta silencioso
Hilario Martínez Nebreda, el poeta silencioso

De pequeña siempre me decían que los amigos se pueden contar con los dedos de una mano, y según camino…

EL ECO Y SU SOMBRA / Las insularidades
EL ECO Y SU SOMBRA / Las insularidades

Si los hados resuelven desgraciarme el porvenir por alguna tropelía que el infortunio me haya forzado a cometer y deciden…

VII Certamen de Novela Histórica de Úbeda
VII Certamen de Novela Histórica de Úbeda

Crónica de un certamen en ascenso, convertido ya en un indispensable de nuestras letras actuales. Celebrado entre los días 9…

98