Para quien le maraville el paisaje de Mongolia y haya soñado alguna vez con vivir en una yurta, con el único calor que proporciona el aliento de los yaks en medio de un frío siberiano que se combate a fuerza de resistencia numantina, hombres y bestias juntos en aquellas llanuras peladas barridas por el viento de donde, gracias a la revolución cultural, hasta se eliminó al lobo, ‘Si yo pudiera hibernar’ es su película. Solo que aquí no hay ni yaks: las yurtas se han instalado, a modo de chabolas, en los alrededores de una ciudad.
Una película de las que ponen a prueba la sensibilidad del espectador porque, a más a más, los protagonistas son niños. Niños que se ven obligados a madurar antes de tiempo porque el adulto, o está ausente o ha tirado la toalla.
Joya inédita del cine mongol que hizo historia en Cannes, ‘Si yo pudiera hibernar’ es la ópera prima de la directora Zoljargal Purevdash y llega a los cines españoles este 30 de mayo como un verdadero acontecimiento cultural y cinematográfico de la mano de Surtsey Films.
La película marcó un hito al convertirse en la primera producción mongola seleccionada en la historia del Festival de Cannes, compitiendo en la sección Una Cierta Mirada. Además, ha sido la representante oficial de Mongolia en los Premios Oscar 2025, dentro de la categoría de Mejor Película Internacional.
Argumento
Ambientada en los barrios más humildes de Ulán Bator, Si yo pudiera hibernar es la historia de un adolescente superdotado, Ulzii, con sueños de superación, que tiene que cuidar de sus hermanos pequeños porque todos están solos y sin recursos. Un retrato íntimo de unos niños en el que muchos nos podemos ver reflejados. Y donde el papel del maestro se presenta como absolutamente imprescindible para poder mirar hacia la luz.
La película ya se ha estrenado en Francia, donde logró una sorprendente acogida en salas francesas, y ha pasado por más de una decena de festivales internacionales de prestigio (Cannes, Sevilla, Karlovy Vary, Göteborg, Hong Kong, São Paulo…).