El 13 de junio se estrenó en nuestros cines de la mano de Vértigo Films, la película rumana ‘Tres kilómetros al fin del mundo’, del director Emanuel Pârvu, un apasionante thriller ambientado en el mundo rural con el descubrimiento de la homosexualidad como telón de fondo.
‘Tres kilómetros al fin del mundo’ llega a España precedida por un largo historial de premios y nominaciones y no es para menos, pues el desarrollo de la cinta implica no solamente lo afectivo-sexual sino que se convierte en una auténtica investigación del funcionamiento de las instituciones y del poder corrosivo del dinero.
No por nada fue seleccionada en el pasado festival de Cannes donde se alzó con la Palma Queer. Además, fue candidata a los Oscar por Rumanía y ganadora del festival de Sarajevo. En España se presentó dentro de la Sección Oficial de la Seminci, donde obtuvo también la Espiga Arcoíris.
Argumento
En una idílica aldea de la región del Delta del Danubio, el joven Adi, hijo único y universitario, se prepara para un verano tranquilo junto a sus padres en su casa natal. Allí todos se conocen y parece que eso protege. Con ocasión de la visita de un amigo, sufre una agresión homófoba que, sin pretenderlo, será el desencadenante de una historia de autodescubrimiento al tiempo que los valores tradicionales de la familia y el entorno quedan puestos en evidencia.
Es evidente que con esta película su director consigue dar un aldabonazo en la cara misma de una sociedad que no quiere ver lo que pasa.
O que prefiere ver la paja en el ojo ajeno. Una sociedad donde las instituciones quedan muy en entredicho y en la que la misma familia, con ese afán de que todo quede en casa, llega un momento en que el cuidado de las apariencias hace temer por la vida del protagonista. La solución que se impone es muy drástica pero Adi (17 años) no tiene otra salida.