septiembre de 2025

Cincuenta píldoras humanísticas contra el mal de los tiempos

1 – A los viejos que se jactan de tener un “espíritu joven” uno les preguntaría de qué sirven los años. El espíritu joven es de los jóvenes; de los que no son jóvenes uno espera otras cosas: conocer el mundo y conocerse a sí mismos.

2 – NO HAY FRUTO SIN RAÍCES. Contra lo que sueñan sus valedores, creo que muchas de las celebradas “conquistas” del progresismo ideológico de nuestros días son figuraciones efímeras del estricto presente, sin ningún pasado y sin ningún futuro.

3 – ORIGINALIDAD. Esas ganas de ser singular, novedoso, moderno… La razón, la sabiduría, la ejemplaridad, nunca han sido sorprendentes ni originales.

4 – Vean ustedes a los mandatarios del día (no digo todos, pero la mayoría): cuánta gente con poder pero sin autoridad alguna.

5 – Acojámonos a la razón y no nos dejemos engañar por juicios emocionales. Recordemos que nada se seca tan rápido como las lágrimas.

6 – Tantas teorías historiográficas con pretensión científica, pero al final —en lo mejor y en lo peor, en lo magnífico y en lo canalla— los giros de la Historia los producen unos pocos individuos. El resto somos comparsa. Crucial cada uno en su camino propio; pero comparsa histórica.

7 – ¿Por qué el cansino mantra de la pedagogía moderna de que hay que despertar en los estudiantes una “actitud crítica”, sin jamás mencionar que hay que despertarles también —y antes que nada— una “actitud admirativa” hacia los logros de la civilización y las grandes cimas de la cultura?

8 – LA DEGRADACIÓN DE LOS TIEMPOS. Los estudiosos y cultivadores de la tradición humanista no son ya vistos y considerados como depositarios de un saber sagrado, sino como frikis atrabiliarios, igual que el que colecciona sables antiguos o el que lo sabe todo sobre la historia del ferrocarril.

9 – Ya no se ven bibliotecas domésticas: esos cientos o miles de libros que antes poblaban los hogares, no sólo de eruditos y profesores, sino de médicos, ingenieros, abogados, funcionarios…, gentes instruidas o con ganas de instruirse. Aunque dispongan de suelo térmico y climatización constante, hoy hace más frío en esos hogares

10 – La inocencia es un mito dañino. El hombre pecó y tuvo que cubrirse. La desnudez no cabe ni como ilusión dentro de la Historia. Lo “natural” del ser humano es ir vestido, no estar desnudo. La desnudez es lo artificial y la cultura y el fortalecimiento del espíritu son vestidos nobles contra la miseria.

11 – EL PROCESO DEL SABER. El que ha leído tres libros sobre algún tema, cree que sabe mucho sobre ese tema. El que ha leído cincuenta no ignora que sabe cosas sobre el asunto, pero sobre todo sabe lo mucho que le queda por conocer.

12 – Hay muchas clases de inteligencias (y de torpezas), y hay que conocerlas y reconocerlas en uno: abstracto-conceptual, mecánico-espacial, científico-técnica, artístico-creativa, pragmático-social, retórico-verbal, discursiva, retentiva, de apreciación estética… Es difícil no ser excelente en alguna de ellas, pero es casi imposible no ser mediocre en la mayoría.

13 – VOCACIONES. Hay quienes ven en los hijos el fin de la vida y hay quienes ven en los hijos el fin de la vida. Vocación de casado y vocación de soltero: hay que seguirlas.

14 – LA IMPORTANCIA DEL NO HACER. Si no estáis seguros, no afirméis nada. No regaléis a vuestros niños un tambor. No despertéis al necio que duerme.

15 – “Somos enanos a hombros de gigantes”, decían con modestia los viejos humanistas para explicar por qué la cultura del momento podía tal vez llegar —o dar la impresión de llegar— algo más lejos que la sabiduría de los antiguos.

16 – ¿AVE FÉNIX? La cultura humanística es una creación tan sutil y delicada en la evolución del animal humano que hacen falta siglos de esfuerzo para levantarla, pero unos pocos años bastan —lo estamos viendo— para reducirla a cenizas.

17 – Los herederos ideológicos de la fraternidad revolucionaria son los que más odian. Esta supuesta anomalía es una consecuencia lógica de su militancia descreída, porque ¿cómo considerar a alguien como hermano si no se cree en la existencia de un padre?

18 – IGUALITARISMO: Hacer iguales a los que no son iguales, ese es el empeño del igualitarismo. Su arma es el engaño y su motivación la mediocridad.

19 – REFLEXIÓN DEL FILÓSOFO. Las ideas son manjar; la ideología, pienso.

20 – HETEROCULTURALISMO, NO MULTICULTURALISMO. Entender la historia y la razón de cada cultura —empezando por la nuestra— y respetar su evolución soberana en el ámbito propio, sin paternalismos morales ni concesiones serviles.

21 – HUMANISMO Y HUMANITARISMO. Grave error político y moral creer que el sentimiento es lo que nos une, porque es la razón, igual para todos, la que lo hace. El sentimiento nos aproxima a algunos y nos separa del resto.

22 – DERECHOS Y DEBERES. Hay un error de criterio en creer que los derechos los tenemos nosotros –y nos ennoblecen- y los deberes los imponen de fuera –y nos esclavizan-. Desde la vieja tradición humanista se tiene muy claro que es al revés: los derechos nos los dan las leyes y vienen de fuera; los deberes los llevamos dentro y es su ejercicio lo que nos dignifica.

23 – Los hombres más tramposos que he conocido son los que me han dicho: “tú tienes tu verdad y yo tengo la mía”; los más desahogados quienes aseguran que “ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos”; y los más peligrosos los que proclaman que “todos tenemos un precio”.

24 – LA MECÁNICA DEL POPULISMO. Meter el cuchillo en el tejido social y exacerbar oposiciones grupales de “verdugos” y “víctimas”: hombres y mujeres, heterosexuales y LGTBI, nacionales y emigrantes, colonizadores e indígenas, personas y animales… Y luego erigirse en salvador de las “víctimas”.

25 – La compasión es un sentimiento natural y comprensible, pero no llega a ser una virtud moral, porque no está filtrada por criterios racionales y puede alojar huéspedes impuros: el miedo, el placer, el cálculo, el sentimiento de superioridad… (Preguntar a Kant y a Nietzsche).

26 – En una modernidad agnóstica como la nuestra el único tabú religioso que queda es el del suicidio. Antes los suicidas eran considerados pecadores, hoy se consideran enfermos mentales. Y así el que libre y racionalmente acaba con su vida (por la causa que sea) más que respetado es compadecido.

27 – EL VALOR COMO VIRTUD. Si apareciera el genio de la botella y os concediera un deseo, qué le pediríais. Yo, no tener miedo. El valor es una virtud moral (la primera de la que habla Aristóteles en su Ética a Nicómaco). Hace falta valor para ser libre, combatir el mal y no traicionarse.

28 – Lo relevante para la tradición del humanismo no es la existencia o inexistencia de Dios fuera del hombre, sino su existencia dentro de él a lo largo de la Historia. Porque Dios no es sólo un poder omnímodo sobre el hombre, sino, antes que nada, una indispensable ventana de trascendencia para su claustrofobia mental y existencial.

29 – LAS VERDADES HUMANÍSTICAS. Que el bien existe y es mejor y más fuerte que el mal, que existe la belleza y que de algún modo nos redime, que el justo tiene su recompensa, que gozamos de libre albedrío y somos responsables de nuestra ventura. No son verdades científicas; son principios humanísticos.

30 – Rousseau, un genio paranoico, ha sido el más grande intoxicador de conciencias de la modernidad; desde las fantasías sociales de Marx hasta las imposiciones de última hora son herencia suya: la nueva pedagogía, el animalismo rampante, el sometimiento a la corrección política, el victimismo sentimental de nuestros días… Toda la modernidad, en definitiva, ha seguido los pasos de un loco.

31 – Usar el mal para hacer el bien (o sea: el fin justifica los medios) es discutible y peligroso. Pero usar el bien para conseguir el mal es todavía peor. Se llama “buenismo”: hacer discursos pretendidamente “buenos” para debilitar los espíritus y oscurecer la razón.

32 – Mucho peor que la antigua ignorancia del analfabeto es el semianalfabetismo generalizado de nuestros días. En aquél se alojaba la sabiduría socrática de saber que no se sabe. En éste se descubre, en cambio, la irreductible presunción del necio.

33 – EL VALOR DE LA MEMORIA. Todo está en Wikipedia, se dice, ¿para qué memorizar nada? La respuesta es sencilla: si uno carece de datos en su memoria, nunca podrá integrar la información que le llega en ninguna red contextual anterior y estará siempre a expensas de lo que otros digan o interpreten.

34 – EL PERFECTO EQUILIBRIO. La maravillosa sabiduría humana de la visión cervantina consiste en el equilibrio justo -y dificilísimo- entre la distancia irónica y la proximidad piadosa.

35 – “Cada cual por su camino va a parar a su perdición”, escribía Cervantes en El Persiles. Y daba por sentado que la “perdición” (el envejecimiento, la enfermedad, la muerte) estaba asegurada y que lo importante era que cada uno llegara a ella “por su camino”, no por el de otro.

36 – Infatuado es el que cree que mejora a lomos de la Historia y que es más bueno y es más sabio por el mero hecho de haber llegado el último. Pero el progreso técnico y civilizatorio no lleva aparejado el progreso moral. El único progreso que cuenta es el perfeccionamiento que nos procuramos a nosotros mismos.

37 – LOS MEJORES CABALLEROS. Los caballeros andantes se encontraban con pruebas al andar los caminos, pero sólo eran capaces de superar aquéllas  que a cada uno le estaban reservadas. Y los mejores eran los que distinguían las que les correspondían a ellos y las que correspondían a otros.

38 – LA TRÁGICA ACEPTACIÓN DEL SINSENTIDO. Nadie encuentra hoy “sentido” al mundo en que vivimos. Pero nadie parece angustiarse por ello. Con los señuelos de la ciencia (vivir muchos años y estar “conectados”) y el abrigo mental de la corrección ideológica (pónganse aquí los “ismos” del día) se tiene bastante.

39 – DOS TIPOS DE IDEALISMO. El humanista suele ser reacio al idealismo social, porque sabe que inevitablemente las utopías se vuelven distopías, pero es afecto al idealismo metafísico, porque estira al ser humano hacia lo alto.

40 – ÉLITE Y VULGO. El sabio y el necio van en barcos distintos. No es un buen signo el aplauso de la mayoría. La multitud eligió a Barrabás, no a Cristo.

41 – DISCRIMINACIÓN. Es lamentable el denigratorio uso que se hace hoy en día del término “discriminación”, como si procediera de “crimen” en lugar de hacerlo, como es el caso, de “discernir”; o sea, distinguir, aquilatar, enjuiciar con criterio: bueno y malo, justo e injusto, valioso y superfluo, perdurable y efímero.

42 – La democracia es exclusivamente una cuestión política (todos los votos valen lo mismo); pero eso no debe extenderse a los ámbitos morales, intelectuales o espirituales, donde lo que impera y debe imperar es la jerarquía.

43 – HUMANISMO Y ANIMALISMO. Hablar de “humanismo” tiene todo el sentido, pero es un absurdo hablar de “animalismo” porque hay un número infinito de especies animales. La relación del hombre con ellas ha sido —y debe seguir siendo— cultural y relativa. Por eso la vaca, el perro, el cerdo o el toro son y significan cosas tan distintas en India, en China, en Arabia o en España.

44 – No hagamos proyecciones morales sobre los animales. No digamos que un animal es más noble o más generoso que un ser humano. No tiene sentido. Porque ellos no son libres para actuar moralmente, sino esclavos de sus instintos.

45 – Se puede querer a un perro más que a una persona (eso cualquiera puede entenderlo), pero de ahí a pensar que un perro vale lo mismo que una persona va un abismo de locura.

46 – El que trata a los animales como personas está a un paso de tratar a las personas como animales. Hitler promulgó la ley de protección animal más avanzada de su tiempo, pero consideró a los judíos como ratas y se propuso exterminarlos.

47 – ¿Quién puede oír algo (y sobre todo oírse) entre el griterío de las redes sociales y el maremágnum digital? A menudo urge la conquista del silencio: la desconexión electromagnética, la ascesis comunicativa.

48 – Decía Ortega y Gasset en La rebelión de las masas que el hombre moderno es “un primitivo emergiendo de un mundo civilizado”. Cada vez es más cierta esa apreciación. ¿Y cómo no pensar en ella cuando contemplamos al ciudadano vulgar del siglo XXI embobado y embebido en sus sofisticadísimos chismes de bolsillo?

49 – Quién iba a imaginar que la alta cultura de la tradición humanística no desaparecería por la ominosa opresión de regímenes totalitarios, sino por aplastamiento bajo la avalancha digital de las infinitas minucias.

50 – UNA DESVALIDA GENERACIÓN PRIVILEGIADA. Los hombres pre-digitales de mi tiempo histórico pertenecemos a una generación privilegiada: hemos visto y conocido el mundo de antes, el mundo de siempre, y ahora asistimos a la nueva era. Somos más torpes (y más viejos), pero también mucho más sabios.

 

COMPÁRTELO:

Escrito por

Archivo Entreletras

Las mujeres anglosajonas y el derecho de propiedad en el siglo XIX
Las mujeres anglosajonas y el derecho de propiedad en el siglo XIX

La lucha por la emancipación de la mujer no se circunscribió a la conquista del reconocimiento del derecho al sufragio,…

Recorriendo la Great Ocean Road
Recorriendo la Great Ocean Road

Great Ocean Road No es rápido, ni barato, viajar a Australia, por lo que a la hora de realizar un…

¿Qué es la democracia? (no respondan rápidamente…)
¿Qué es la democracia? (no respondan rápidamente…)

Alguien preguntado acerca de ¿qué es la democracia? dijo que era “el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre.…

107