octubre de 2025

‘Cabaret Kit Kat Klub’, una obra que arriesga y gana

Asistí a la presentación de la obra de teatro Cabaret Kit Kat Klub, un espectáculo inmersivo, cuyo escenario está rodeado de mesas con público.

Antes de comenzar la función, el teatro Albéniz se convierte en un espacio parecido a un bar, donde podemos ver mesas —han quitado todas las butacas—, que nos sumerge en la fascinante historia de amor de un escritor y la joven Sally Bowles.

El maestro de ceremonias del cabaret es una mujer, y las jóvenes que trabajan en el cabaret se pasean por el público antes de la función. Esta forma de enfocar el teatro acerca mucho más al espectador a lo que va a presenciar.

Y la función está tan cerca de la gente, encima de las mesas, con una Sally Bowles espectacular, cuya voz triunfa en muchos de los números de la famosa obra, que está basada, como todos sabemos en Adiós, Berlín de Christopher Isherwood y que popularizó Bob Fosse en una película grandiosa con la magnífica Liza Minnelli, Joel Grey —como el maestro de ceremonias—, Helmut Griem y Michael York, como el escritor. Película que ganó un aluvión de Oscars de Hollywood y que resulta una obra maestra del cine.

La protagonista de esta obra lleva el pelo corto como Liza, y todo va ocurriendo, como ya conocemos, pero lo más potente y efectivo de esta función son los números musicales, la grandeza de las voces, la historia que cuenta, aunque la conozcamos ya y, por encima de todo, números geniales de baile, donde la maestra de ceremonias canta Cabaret o Money, Money.

El ascenso de los nazis irrumpe en la escena, hay efectos especiales y nos adentramos en la historia cada vez con más intensidad. Carmen Conesa interpreta a la dueña de la pensión que se promete con un hombre maduro, que resulta ser judío y que será amenazado por la irrupción del nazismo en la historia. Todos conocemos la terrible historia del ascenso de Hitler y la obra cobra cada vez más resonancias, muy bien interpretada por todos los actores que logran transmitir en los números musicales una gran potencia de voz.

Amanda Digón está extraordinaria como Sally Bowles, Pepe Nufrio como Clifford, el joven escritor, que, en la película, y a mi modo de ver, resultaba un poco soso en la mirada de Michael York, un actor poco expresivo. Un Robert Redford o un James Caan hubieran sacado más partido del papel. Tony River está excelente como Herr Schultz, que quiere casarse con el personaje que interpreta la estupenda Carmen Conesa. Y hay que destaca a Abril Zamora como Emcee, que tiene ese aire andrógino, bisexual que lleva la historia del cabaret.

Con este elenco y con la puesta en escena, que no olvida momentos de oscuridad y luces estridentes, el público se deja llevar por la Alemania de la época, por la historia de amor y por el gran universo del Cabaret. Los bailarines y las bailarinas están genial y la obra, donde puedes consumir en las mesas, es un perfecto escenario para disfrutar al máximo. La orquesta de fondo es excelente. Cabaret Kit Kat Klub arriesga y gana: toda una gran obra en nuestro teatro madrileño.

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Archivo Entreletras

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