Larga vida al péplum, la falda corta que cambió la historia del cine
El péplum —ese cine de túnicas y sandalias, poblado de héroes bíblicos, emperadores romanos, dioses griegos y reinas egipcias— sigue vivo en la memoria de generaciones de espectadores. Aunque ya no domine las carteleras, continúa fascinando por su mezcla de espectáculo, épica y plasticidad visual. Para Carlos Ezquerra, autor de Historia informal del cine bíblico y grecorromano, que publica Erasmus, “sigue poseyendo una gran vitalidad y actualidad. Carece, cierto, de la predominancia en las salas de otra época, pero sigue gozando del fervor del «público» (…) Y es que el péplum posee, sin duda, virtudes de las que carecen otros géneros. Pongamos, por ejemplo, el western: su mayor competidor antaño y que ahora no levanta cabeza, como lo evidencia el reciente fracaso del ambicioso filme “Horizon”, de Kevin Costner. El western tiene el problema de su marco muy limitado. En cambio, el cine bíblico-grecorromano posee la baza del grandioso ámbito histórico que puede abarcar (Egipto, Grecia antigua, el Imperio romano…), además de la riqueza plástica que posibilitan el vestuario, los decorados y la inmanente dimensión ético-política que comporta…”
En este documentado y exhaustivo ensayo el autor recorre con mirada curiosa y sin solemnidad un género que fue capaz de llenar cines de barrio y seducir a críticos de prestigio cuando las sesiones tenían programa doble y se echaba la tarde en la sala de cine. ¿De dónde vino, entonces, el fracaso del género? Ezquerra señala al fracaso de “La caída del Imperio romano” como uno de los motivos, que desanimó a seguir con el género. Soplaban también los nuevos aires llenos de adoquines de Mayo del 68, con su subversión de valores, su énfasis en la denuncia social y su promoción de los productos artísticos de bajo coste, totalmente en las antípodas “de ese cine de regusto histórico, idealista y religioso, y que exigía, además, costosos decorados y vestuarios”, subraya el autor.
El lector hallará en estas páginas a Adán y Eva, Noé y el Diluvio Universal, Sansón y Dalila, Jesucristo, los Doce Apóstoles, Hércules, Edipo, los 300 espartanos, Rómulo y Remo, Espartaco, Nerón, Cleopatra y Atila. Todos ellos están reunidos en un feliz reencuentro tratado no de manera cronológica sino por temas, que nos lleva desde “Los diez mandamientos” de DeMille hasta “Gladiator”, pasando por joyas olvidadas y prácticamente desconocidas que serán auténticos hallazgos para el lector, fracasos colosales y rarezas por redescubrir.
El libro ofrece una guía amena para revisitar —o quizá descubrir por primera vez— una filmografía que hizo soñar al público en una sala a oscuras y con una pantalla bastante más grande que la de un móvil con mundos antiguos y grandiosos donde otra vida fue en otro tiempo posible. Llena de color y poblada de extras de carne y hueso.
Un repaso temático que reivindica las virtudes de un cine tan popular como influyente, y que invita a volver a mirar a Homero, Moisés, Cleopatra o Espartaco… esta vez desde la pantalla. Desde la pantalla grande, claro.
El autor
Carlos Ezquerra Vendrell estudió Filosofía y Letras y Periodismo en la Universidad de Barcelona. Ha ejercido la crítica cinematográfica y literaria en diversas revistas y ha sido guionista de un programa sobre cine en la radio.
Posteriormente, ha trabajado como asesor editorial y traductor especializado en clásicos franceses e ingleses. Es autor de otros dos libros de cine: Actrices en perspectiva (Ed. Siete Noches) e Historia informal del cine negro (Erasmus).











