El próximo viernes 8 de agosto se estrena en los cines españoles Indomables (On Swift Horses), la nueva película de Daniel Minahan que, con guion de Bryce Kass, llega a España tras su paso por el Festival de Toronto y su clausura del South by Southwest (SXSW).
En España, la película forma parte de la sección Première del Atlàntida Film Fest en Mallorca y cuenta con un reparto estelar compuesto por Daisy Edgar-Jones (Twisters, Normal People), Jacob Elordi (Priscilla, Saltburn), Diego Calva (Babylon), Will Poulter (Warfare, Guardianes de la Galaxia) y Sasha Calle (The Flash).
A mí particularmente Indomables me dejó un regusto un tanto confuso puesto que los personajes principales —él, ella—, que se supone responden al título de Indomables, son bastante maleables por otros en su evolución y lo mismo se enamoran perdidamente de alguien (es el caso de él) como entran igual de perdidamente por el camino totalmente opuesto que les marca otro. Ella, en cambio, parece dominar sus instintos hasta que, por puro aburrimiento conyugal, se embarca en su propia aventura.
Es como si ambos estuvieran en continuo autodescubrimiento y solo se fijaran como meta cambiante la experiencia de un algo inalcanzable.
La ambientación de Indomables en los años 50 le da ese halo de fatalismo que es lo más atractivo de la puesta en escena de un film basado en la novela homónima de Shannon Pufahl que explora la identidad, la libertad y el deseo entre romances prohibidos, ‘economías milagrosas’ y apuestas salvadoras.
El director ha dicho: «Pienso en Indomables como una especie de reimaginación del sueño americano. Estamos contando una historia de familia, hogar, deseo, aspiración e identidad sexual, ambientada en los márgenes de lo americano: casinos, hipódromos, parques para encuentros furtivos y bares gay».