Nació el 29 de diciembre de 1938. En este texto quiero hablar de tres películas que representan lo mejor de este actor americano: Cowboy de medianoche, de John Schlesinger, donde interpreta a un gigolo que se marcha a la Gran Manzana, para triunfar con las mujeres. Una de las películas más atrevidas de finales de los sesenta, donde Voight estuvo genial, junto a un magnífico Dustin Hoffman, una pareja inolvidable paseando por las calles de Nueva York, mientras suena la famosa canción de Nillson.
Deliverance, de John Boorman, otra joya del cine, donde un grupo de excursionistas se toparán con unos salvajes que violarán salvajemente a uno de ellos, el gran Ned Beatty. Una película de enorme tensión en la que Voight se sintió magníficamente acompañado por Burt Reynolds, otro de los actores más sobresalientes de la década, sobre todo en esos papeles de hombre viril y apuesto que representó. No hay que olvidar que empezaba un nuevo cine, con actores de más profundidad psicológica: Pacino, De Niro y el mismo Hoffman. También fue la verdadera eclosión de un actor muy destacado y de gran capacidad interpretativa, el gran Jack Nicholson.
El regreso fue una interpretación muy destacada que le llevó al Oscar de Hollywood, el veterano de Vietnam, que se ha quedado en silla de ruedas y que se enamora de la mujer de un hombre del ejército, otro veterano, el gran Bruce Dern. Ella no podía ser otra que una de las mejores actrices de la historia del cine contemporáneo, Jane Fonda. La ternura de la película, dirigida por Hal Ashby resulta estremecedora. El Oscar a Jon Voight puede parecer discutible, estando nominado ese año un actor más introspectivo y brillante, el gran De Niro por El cazador, una de las grandes películas de la década, que sigue impresionando en cada visionado. De Niro estuvo magnífico en la película de Cimino, sin menospreciar por ello el brillante papel de Jon Voight.
Y, por último, Campeón, donde un hombre que ha sido boxeador, quiere que su hijo, un emocionante Ricky Schroder, se mantenga con él, pese a no tener dinero, mientras la madre, la magnífica Faye Dunaway, es hija de un millonario. El mundo lleno de emociones en el rostro de Ricky que junto a la interpretación estupenda de Voight han pasado a la historia del cine. La dirigió el irregular Franco Zeffirelli.
Ha interpretado muchas otras películas, algunas muy aceptables (Odessa, El puente sobre Estambul, El tren del infierno), pero he señalado los papeles icónicos. Padre de Angelina Jollie, parece que no mantiene buena relación con ella.
Un actor de los setenta, que destacó sobre todo en esa generación, donde el cine empezó a cambiar, abandonando el clasicismo; quizá uno de los pocos que mantuvo ese aire clásico fue Robert Redford, recientemente fallecido. Pero una década prodigiosa, donde triunfó un actor que ya cumple los ochenta y siete años, el gran Jon Voight.
