Arquitectura del sueño
Javier Mateo Hidalgo
HUERGA Y FIERRO Editores, 2024
105 páginas
DE SUEÑO EN SUEÑO POR EL EDIFICIO DE LA MEMORIA. Javier Mateo Hidalgo nos deslumbra con un magnífico poemario
Conocí a Javier Mateo Hidalgo en la presentación de un libro de Pedro López Lara en el Espacio Huerga y Fierro; fue una coincidencia feliz ya que, aparte de la simpatía y cordialidad que irradia Javier, el tema de conversación que nos unió fue la inmediata publicación, por parte de la editorial Huerga y Fierro, de este libro. Hago esta introducción para que sepa el lector lo poco o nada que sabía de Mateo Hidalgo cuando me inicié en la lectura de este poemario; no había, pues, prejuicios de ningún tipo que pudieran condicionarme a la hora de meterme de lleno en su lectura. Y tengo que decir que los momentos que he pasado con Arquitectura del sueño entre mis manos han sido una auténtica delicia.
Como bien expresa el título, este libro es de principio a fin un sueño, (podría añadir un sueño hecho realidad, pero sería rebajarle de su verdadero sentido), pero un sueño no sólo del autor, también del lector, pues todo el poemario tiene una fuerza onírica que llega a deslumbrarnos, a dejarnos atónitos ante tanta belleza… Y así, creemos que estamos soñando.
Es curioso observar cómo el libro, cosa rara en un poemario, tiene una introducción (Nota preliminar) del propio autor donde nos hace una serie de advertencias que, pasada la sorpresa, comprendes que tienen su lógica, pues todo lo que se dice en ella es necesario para un mejor disfrute de su lectura. Así, el inicio de la nota deja muchas cosas claras:
El presente libro de poemas, querido lector, se asemeja a un rompecabezas. En su proceso de descifrado, la actitud de quien lee resultará fundamental, pues habrá de ser por fuerza la de un sujeto activo.
Y así tiene que ser si queremos llegar al fondo de la mística poética de Mateo Hidalgo, pues sepa el lector que tiene que prepararse para unos poemas escritos con el alma y con la sapiencia del que domina las palabras y tiene el secreto de la más pura versificación. Nada está dejado al albur de la imaginación, aunque la imaginación no falte en toda la propuesta poética; el libro es preciso en su composición, estéticamente cuidado, realizado con un mimo propio de quien domina el arte de la versificación.
Arquitectura del sueño es un título sugestivo, pues hace referencia a todo lo que nos vamos a encontrar en su interior. Mateo Hidalgo nos lleva de sueño en sueño (los poemas no tienen título) por el edificio interior de su memoria, de sus alegrías y de sus pesares, rememora recuerdos y homenajea a seres queridos, nos deslumbra con sus metáforas arquitectónicas tanto como nos fascina con sus referencias místico-apostólicas (atención a ese apartado titulado Refectorio), para llegar a sorprendernos con innumerables citas cinéfilas, algunas de ellas engarzadas perfectamente en poemas de carácter puramente místico. Véase este ejemplo en un poema con San Simón de protagonista:
Eres tal vez el más movido de la escena,
quien saldrá borroso en la foto
que haga Lola Gaos en Viridiana.
El libro está dividido en once apartados, todos ellos bien definidos y diferenciados entre sí, pues cada uno de ellos responde a una temática, a una forma de soñar —diría yo—, independiente de las demás pero perfectamente ensamblada en la estructura general del libro.
La poesía de Mateo Hidalgo es pura, clara, límpida, pero, afortunadamente, mantiene incólume ese deseado misterio que caracteriza a la poesía grande, no debemos olvidar aquello que dijo Federico García Lorca: «Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio», y Javier Mateo Hidalgo no lo olvida, pues todo el libro está cercado por un halo misterioso que, nos anima a seguir leyendo, y es que ese misterio poético, como dice el maestro de poetas, Francisco Caro, debe mantenerse siempre en el filo, algo que consigue perfectamente nuestro autor.
Sólo me queda recomendarle al lector (si se decide a ello) una lectura sosegada y paciente (recreándose) de este poemario para poder disfrutarlo como se merece, verá que no es tiempo perdido; poemario que está magníficamente editado (algo que no es baladí) por HUERGA Y FIERRO, con un precioso dibujo de Eugenio Rivera en la portada. Lea, disfrute y sueñe el lector.