diciembre de 2025

Verónica Forqué, una actriz que hay que recordar

Ganadora de cuatro premios Goya, récord que comparte con Carmen Maura. Verónica Forqué nació el 1 de diciembre de 1955 y murió el 13 de diciembre de 2021. Su padre fue el gran José María Forqué, gran director de cine, y estuvo casada con Manuel Iborra, durante 33 años.

Estudió arte dramático e inició la carrera de psicología, que no acabó. La voz que escuchamos en la famosa película de El resplandor de Stanley Kubrick es la de Verónica, que dobló a la actriz Shelley Duvall. Siempre tuvo ese tono de voz peculiar, que hizo que fuera una actriz idónea para papeles de comedia, sin olvidar su gran capacidad para la tragedia en algunas películas.

Comenzó con Pedro Almodóvar en la hilarante ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984). Es curioso, porque ya era un joven estudiante de dieciséis años que pasaba todos los días por la Avenida Donostiarra, para ir al Instituto Avenida de los Toreros y me paraba en el rodaje de la película, lleno de curiosos, en los que Verónica paseaba con otra actriz de primera, Kitty Manver, acompañada de la otra grande de la época, la Maura.

La recordamos en Bajarse al moro y La vida alegre (película muy divertida que transcurre en una clínica que trata enfermedades sexuales). En la primera empezó a destacar otra gran actriz, Aitana Sánchez Gijón, junto a un joven Antonio Banderas y un estupendo Juan Echanove. La actriz se especializó en comedia, pero la podemos recordar como Desideria, la que sería mujer de don Santiago Ramón y Cajal en la serie del mismo título, donde el gran Adolfo Marsillach interpretaba al gran científico. Los que pertenecimos en la adolescencia a los ochenta recordamos la serie y echamos de menos la gran calidad de aquella televisión. La serie se rodó en 1982.

Hubo muchas otras películas, pero hay que recordar que fue Carmela en la obra teatral ¡Ay, Carmela!, que luego llevaría al cine Carlos Saura, dando el papel que interpretó Verónica a la gran Carmen Maura, con el tándem perfecto, Andrés Pajares.

Como directora escénica hizo un estupendo montaje de Adulterios, la obra de Woody Allen, en 2009.

La tristeza de la actriz

Lo que nunca supusimos, aunque intuimos algo en el programa Master Chef, en el que participó y entró en crisis en algunos momentos, es que Verónica peleaba con una depresión. Todo ello, desembocó en su suicidio el 13 de diciembre de 2021.

Verónica para el recuerdo

Hay algunos que dicen que los actores y actrices más divertidas, como fue el caso de Jerry Lewis o Jack Lemmon, escondían una tristeza interior, y es posible. El hecho de ser comediantes, de crear para todo el mundo el estereotipo de persona divertida es un lastre que puede afectar mucho a los interiores de un ser humano. Con Verónica ocurrió, sin duda. Pero me gusta recordar aquel tiempo en que la actriz rodaba con Almodóvar, en la época en la que protagonizó Bajarse al moro y en tantos instantes de felicidad de una vida intensa. Hoy es bueno recordar a quien quizá no llegó a quererse tanto, como para seguir adelante.

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Archivo Entreletras

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