marzo de 2024 - VIII Año

En torno a ‘Los pacientes del doctor García’, de Almudena Grandes

Tusquets Editores, 2017

Almudena Grandes es una escritora madrileña recientemente fallecida (1960-2022). Su obra literaria ha trascendido, alcanzando una notable popularidad entre todo tipo de lectores. Por su capacidad de trabajo y por su lenguaje, ha alcanzado a componer narraciones muy diversas, muchas de ellas ligadas a la memoria de éste país, y singularmente al Madrid donde vivió. Su reconocimiento ha llegado a ser de tal grado, que la estación de Atocha en Madrid lleva actualmente su nombre como un homenaje a su obra y a su figura.

Dentro de la obra literaria, de esta escritora, se pueden citar por su propio empeño, un conjunto de novelas bajo el título genérico de “Episodios de una Guerra Interminable” siendo ésta “Los pacientes del doctor García” la que ocupa la posición IV dentro de las que publicó en vida sobre este tema histórico. Queda pendiente la V que será su obra póstuma, y que acaba de publicarse. Siempre pensó la autora que todo lo que ocurrió en España desde 1939, merecía ser contado con el mismo pulso y ambición que inspiró la obra de Galdós, empeño al que dedicó la última parte de su vida.

En este volumen IV, la escritora nos sitúa ente el papel de España en la fuga de dirigentes nazis procedentes de la Alemania al final de la II Guerra Mundial y su vinculación con ciertos círculos gubernamentales del régimen franquista que actuaron ofreciendo España como país de acogida. No tanto para establecerse, como para utilizar nuestro país como cabeza de puente con el fin de evadir dinero, joyas, y todo tipo de bienes para establecerse luego en Sudamérica. Los países de destino fueron principalmente Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Brasil, donde alcanzaron a obtener cierta relevancia. Este apoyo no solo ha sido recogido en las obras de Almudena Grandes, sino que ha llamado la atención y ha cautivado a otras escritoras españolas, como Clara Sánchez tal y como refleja en su obra “ Lo que encierra tu nombre”. Cuenta ésta última autora que incluso cuando se publicó su novela sufrió veladas amenazas de ciertas personas de ese entorno establecidas en Denia, donde sucede la acción, que entendieron que la novela desvelaba aspectos muy significativos de su pasado.

En este caso, Almudena Grandes, ha documentado con cierta profusión el procedimiento de cómo establecieron los contactos y las fórmulas de apoyo dentro de los medios gubernamentales españoles, con los cuales mantuvieron importantes vínculos desde los tiempos de Serrano Suñer, como Ministro de Asuntos Exteriores, hasta muchos años después. Algunos de los personajes que encontraron acomodo entre nosotros se puede citar a Leon Degrelle, o el dirigente croata Ante Pavelic. León Degrelle fue un dirigente nazi belga que acabo muriendo, ya muy mayor, en Málaga, en 1994. Otto Skorkeny y Ernst Remer y Luis Darquier de Pellepoix, entre otros, también vivieron a buen recaudo durante bastantes años en España. Cuenta Primo Levi en sus memorias, que Luis Darquier fué el responsable de las deportaciones de los judíos franceses en el gobierno de Vichy.

Pasado el tiempo llegaron a ser respetables hombres de negocios en la costa mediterránea o en Madrid, viviendo de los pingües beneficios del régimen nazi y de los nuevos negocios inmobiliarios. Para expandir y financiar sus actividades tuvieron el apoyo de entidades financieras, como el banco Comercial Transatlántico, que ya operaba en España, junto con ciertas empresas y hombres de negocios ya establecidos como Johannes Bernhardt, viejo colaborador del dictador en los primeros años del golpe militar.

A través de todos los apoyos la trama nazi consiguió afianzarse, mientras que las autoridades franquistas les aportaban garantías de impunidad de todo tipo ante las potencias aliadas y sus servicios de información. Tuvieron suficiente cobertura policial para no ser molestados, así como la adquisición de nueva documentación. Se calcula por los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores, que los dirigentes que encontraron cobijo en éste país fueron superiores al centenar, sin contar los que pasaron de tránsito

En esta obra, Almudena relata la puesta en escena de toda esta red a través de un médico, el doctor Guillermo García, que con documentación falsa consiguió sobrevivir a la guerra civil en el Madrid republicano, y cuya vida discurrió sin sobresaltos en los años posteriores, a pesar de esa circunstancia. Esa nueva identidad la obtuvo gracias a la cobertura de un dirigente republicano, un diplomático, que le facilitó documentación falsa para poder cambiar de nombre y evitar aquellos momentos críticos. Era el diplomático Manuel Arroyo, uno de sus pacientes al que atendió en 1937. Acaba la guerra este personaje volvió a Madrid en 1946, con el objetivo de infiltrarse en la organización semi-clandestina alemana, con el propósito de descubrir los elementos que la componían, investigando sus métodos y sus apoyos. Para ello entró de nuevo en contacto con el Doctor García, reclamándole el apoyo necesario para emprender esa investigación.

El thriller es una ficción, pero sobre esta hipótesis, la escritora arma la trama que conduce a desvelar y a descubrir el método y la organización que enraizó en el país al amparo de la administración franquista.

El enlace de la trama nazi lleva nombre de una mujer, Clara Stauffer, sobre la que pivotaban todos los movimientos de éste colectivo situado físicamente en el barrio de Salamanca de Madrid.

El proceso se complica con gran riesgo para los protagonistas, porque la documentación que acredita la identificación del doctor García era la de Adrián Gallardo Ortega. El verdadero propietario de la identificación,es un boxeador simpatizante de la causa nazi, que fue miembro de la División Azul y que malvivía en Alemania acabada la guerra. Su retorno agitó la trama y perturbó la investigación poniendo en peligro todo el trabajo realizado. Es un momento trepidante.

Para el Doctor García esto nuevo cambio supone un nuevo dilema al que debe sobreponerse. Se cuestiona de nuevo su vida y su identidad. La vida privada no le ha ido bien y ese otro factor, le desestabiliza completamente. Es un momento de considerable suspense.

La obra tiene un numero amplio de personajes que deambulan por el relato con una innegable habilidad, suficiente para que la trama funcione con diligencia y sin dificultades. Es considerable el esfuerzo de Almudena Grandes para que el lector siga la intriga sin perderla, hibridando ésta con los personajes sin que el relato pierda el pulso.

En este volumen IV la escritora abandona el relato de los conflictos en que se encuentra inmersa la oposición al régimen como es el caso de los volúmenes anteriores. El tiempo ha quedado atrás y la guerrilla ha ido cerrando en muchos casos sus puntos de enlace y desarrollo, abandonando poco a poco la lucha armada, o siendo exterminada porque las condiciones para su desarrollo se han ido estrechando.

Es un texto donde se alcanza un nivel de tensión considerable en medio de la amistad entre los protagonistas y las traiciones en su entorno. De nuevo la supervivencia de los protagonistas es la guía del desenlace.

La narración involucra a Buenos Aires, el nuevo lugar de refugio para muchos de los personajes de la trama nazi, y aflora al final, al filo del golpe militar en Argentina del general Videla. Ese largo recorrido argumental le permite a la novelista observar los anclajes de este hilo conductor en algunos de los países a los que recalaron. Al final del texto, la autora cita las fuentes consultadas, el esfuerzo y los recursos utilizados para documentar toda la trama que está narrada con notable acierto.

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