septiembre de 2025

La compañía de los clásicos

Ulises y Argos

La compañía de los clásicos, o se experimenta como íntima, o tiene mucho de ficticia.

*

Como los dioses griegos, los clásicos habitan en una montaña: para que te reciban, hay que elevarse hasta ellos.

*

La piedad de los clásicos: dejarse leer en cualquier época, en cualquier lugar, por cualquier persona, y mejorarlos en el acto.

*

Si a la intimidad con los clásicos conduce un estrecho sendero, no pretendas que de ellos parta una autopista intercontinental.

*

Los clásicos nos reconcilian: con nosotros mismos y con los demás. Por eso brindan un templo a la armonía y un altar a la amistad.

*

Si no ensalza la dignidad humana, ni le reconoce su justa propoción (ni gigantesca, ni enana), no le acepto a nadie el título de clásico.

*

Un clásico no se calla nunca (incluso cuando permanece ignorado durante siglos).

*

El clásico habla desde la eternidad, y en ello reside su irresistible capacidad de persuasión.

*

Como Argos, un buen lector reconoce a un clásico incluso si aparece disfrazado de mendigo.

*

Para quien se instala entre los clásicos, ayer y hoy son una misma casa.

*

La tradición clásica es una embarcación que zarpó como una chalupa y en plena travesía se convirtió en un transatlántico.

*

Viajar con los clásicos es hacerlo con la humanidad entera (incluidas las culturas que los precedieron o que los han ignorado).

*

Aun cuando nadie lo lee, un clásico lo sigue siendo… hasta el final de los tiempos.

*

A diferencia de la de los simples mortales, la paciencia de los clásicos es, literalmente… inagotable.

*

Cada vez que un lector se identifica, en presente, con un autor del pasado, se desvanecen las fronteras entre la vida y la muerte.

*

Para una cultura obsesionada con el aquí y el ahora, la lectura de los clásicos solo puede ser vivida como una humillación: por eso yacen enterrados bajo toneladas de basura perecedera.

*

Los clásicos contemplan desde siempre la rabiosa actualidad con la ternura de un anciano que ya ha vuelto de todo.

*

Los clásicos son un ágora universal: quien penetra en ella con el corazón puro, ya nunca volverá a comportarse como un bárbaro.

COMPÁRTELO:

Escrito por

Archivo Entreletras

Poesía y dignidad
Poesía y dignidad

En torno al libro ‘Sonata del claro de luna’ de de Yannis Ritsos (Acantilado, 2008) Por Ricardo Martínez-Conde*.- / Junio…

Ablación
Ablación

Para que no sean promiscuas; para proteger -dicen- la virginidad; para que el deseo no llegue y sólo quede de…

Paco Arráez, un pensador en La Mancha
Paco Arráez, un pensador en La Mancha

Persona: Arráez, nació en Madrid, en 1962, y se ha recreado en Puerto Lápice, un aprendiz de puerto, leve en…

425