abril de 2024 - VIII Año

‘Oráculo de Kíos’ de Hilario Martínez Nebreda

oraculo1Oráculo de Kíos
Hilario Martínez Nebreda
Ediciones Vitruvio, 2017

 

Quizá la poesía sea el género más difícil de analizar, porque es el más contagioso. Porque el lector hace suyo cada uno de los sentimientos que los poemas evocan y viaja a través de ellos por la memoria. Si aun creemos en los viajes, y si se le concede a esta aprendiz de poeta el privilegio de ser Virgilio, acompañando a Dante, quisiera guiarles a lo largo de todo este océano poético tan particular de Hilario Martínez Nebreda.

El libro Oráculo de Kíos, está divido en tres partes, pero que siguen un hilo conductor que fluye entre la sensualidad, el deseo, la crítica a una sociedad decadente y porque no decirlo, la melancolía que esta decadencia produce en el autor. Siendo estás: Aquiles y la Tahúr (Dividida en dos partes), Ordalía de Narciso y Look-Bell o el ángel de seducción. Se puede decir que no es un poemario al uso, no es un poemario en el que el autor se limite a desgranar sus sentimientos verso a verso, este libro pretende ir más allá del límite de la vana retórica, en algunos casos vacía, que a veces se da al verso por partes de aquellos que se aferran persistentemente a la técnica como única vía para concebir el poema. Es un poemario impregnado de sabiduría, de enseñanza que el autor cede como un regalo para el que quiera escucharlo. Esto proporciona al poemario un incomparable marco intimista, en el que el poeta aparece unas veces como narrador omnisciente, conocedor de todo lo que sucede a lo largo de la narración, ‘Aquiles requería a su maestro / discrepando del toro en los andamios‘ y en otras como personaje implicado dentro de la acción ‘Mi madre Celestina puta elegante a más de hermosa’, continuas preguntas retóricas lanzadas por el autor ‘¿Qué le queda a una raza sin oído?‘, utilización de diálogos entre el autor y el personaje o entre personajes, ‘– ¿Por qué te asustas de este niño? / – ¿Un niño?…Tiene labios de puchero / Parece un elefante de tulipán’ que hace que el lector se sumerja entre los versos, para saber que hay más allá de la palabra. Qué hay después del significado último que el poeta evoca… tal vez en la inconsciencia dramática que le envuelve y le hace transmisor de la verdad que se oculta en el detalle, tal como decía Machado, ‘Sólo el poeta puede / mirar lo que está lejos / dentro del alma, en turbio / y mago sol envuelto.

En el fondo y forma es un poemario vivo, afilado como pocos y lleno de matices, un libro que da muestra de la versatilidad poética del autor y del gran simbolismo que encierra la totalidad de su obra, porque como bien dice en uno de sus versos ‘Me preocupa la salud del alma’. En lo formal, Hilario Martínez Nebreda, utiliza el verso largo, dando así una mayor intensidad y dramatismo a la obra y haciendo que sus versos sean cortantes, como cuchillos que necesitan llegar al alma, para llegar a comprenderse. En algunos momentos de la obra opta por la unión del verso largo con el corto, incluso llegando a partir las palabras como un perfecto cirujano ‘Angel / ¿grito / verti / cal / cayendo?‘, esto propicia cierta sensación de vértigo, que nos precipita a una lectura díscola y nerviosa de todos los versos que forman dicho poemario y que habrán de formar parte de las baldosas que van cimentando nuestra opinión como lectores. Se nos muestra una maraña de latitudes poéticas, desde el poema corto, formado por sólo nueve estrofas, y que nos deja hambrientos, como es el caso del poema ‘BARAJA’ que inicia la segunda parte de ‘Aquiles y la Tahúr’ ‘¡Ases al aire! / La luz de una bombilla / muestra los naipes…‘ al poema largo que nos deja saciados, aunque con ganas de un nuevo poema del que seguir alimentándonos. Cada sensibilidad rescatará de esta cantera de conocimientos su propia conclusión, su propio yo, su propio sentir tejido en la telaraña de este genial poeta a lo largo de todos y cada uno de sus versos.

La lectura de este poemario, en la que el poeta tiene una doble vertiente como ya hemos citado (Poeta / Narrador), forja una comunicación estrecha e íntima con el poeta. Hilario Martínez Nebreda, a través de un lenguaje lleno de simbolismo, de un magistral uso de la metáfora, nos conduce a través del de la sensualidad, el erotismo, el amor y la afilada crítica social. ‘Sony prende con su magia los tímpanos / ¡Ecos!…¡eeecos! Oíd la amplitud / de los ecos en los antros…‘ en contraposición a ‘niños vagabundos sin rostro / como perros vulnerables’ ‘Viva la Pepa! ¡Putaaa! (la chica más hermosa que todos pretendían) / ¡Putaaaa! Y ¿qué?’ el amor y el erotismo, omnipresente en la obra ‘sueños de un Fauno / que copula con una mujer’ ‘Pero en ella mis brazos clausuraban universos‘.

En algunos tramos del poemario sentimos que el autor, nos hace abandonar la mera posición de lectores, para hacer nuestro su universo emocional, para compartir un sentimiento, y así posicionarnos según sea nuestra mirada ante el mundo que nos rodea. En el libro es constante la referencia a personajes de la mitología griega, tales como Aquiles, Antígona, ícaro, Agamenón y personajes históricos como Séneca, Sócrates, Zenón, Mahler, Shakespeare. Los poemas están repletos de términos que hacen referencia a la naturaleza, pero en un contexto urbano ‘con sus gallos de metal y de verjas / que enloquecen al sol’, a la ciudad ‘baldea la sangre en frías azoteas‘. Aparecen también nombres de ciudades, concretamente Madrid, París, Brooklin, Londres, etc.. como escenario de este singular periplo. ‘¡oh torre Eiffel!… ¡oh puente de Brooklin!‘, utilización del lenguaje coloquial llegando a lo soez ‘Puta’, ‘Zorra’, utilización de extranjerismos como ‘Rock and Roll’, utilización de onomatopeyas, todo este conjunto da al poemario una expresividad extrema a la hora de modelar todo aquello el poeta trata de mostrarnos, como parte de su vivencia vital, porque como bien dice en otro de sus poemas ‘Has caído en la trampa de los naipes‘ Tal vez como reflejo de que nos ha engañado el mundo cuajado de neones. La utilización de versos como ‘(la noche les negaba el rostro)‘ para hacer referencia a la oscuridad, lo dotan una exultante belleza y profundidad, que enriquecen al texto, más allá de la límpida cadencia de la palabra al prestar con su sonido musicalidad al verso. De este puzle de personajes e imágenes sensoriales surge la polifonía exaltada, la explosión intertextual formada por el poeta, que toma de ellos la inspiración para concretar el poema. El juego de palabras que se entremezcla estrofa a estrofa a lo largo de este libro hace que los versos sean más cercanos y cotidianos. Y que los sentimientos que fluyen ocultos en cada uno de los poemas sean más comprensibles a los ojos del lector. Que conoce así, las pautas que debe seguir durante la lectura del poemario.

A lo largo de todo el libro se entrevé el esfuerzo de creación del ser, una forma liberadora del yo poético que incluye la liberación del yo autorial. En resumidas cuentas, la poética de Hilario Martínez Nebreda, es un texto que subvierte el dictado su concepción vital. Este esfuerzo calculado, es una estrategia que se ve influenciada, sino moldeada, por las vivencias del autor, inmerso en la época que le ha tocado vivir. Estos poemas nos permiten ver cómo los temas: social, erótico y amoroso son tratados por el poeta, qué técnicas y símbolos prefiere, para, de esta manera, poder juzgar si la voz de este poeta, marca características diferenciadoras y definidoras de su práctica poética, ante lo que debo poner de relieve que lo consigue con creces.

Este es sin duda un poemario que no se debe dejar de leer, que no nos dejará indiferentes ante su lectura y posterior compresión, y que no dejará de modo alguno que se cumpla el designio de la estrofa, ‘te lo advertí poeta / el poema no puede calmarnos la pasión / de la melancolía‘ Tal como el mismo autor señala y así podamos vislumbrar una pincelada de esperanza en todo lo cotidiano.

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