noviembre de 2024 - VIII Año

‘La caligrafía del mar’ de Pedro García Cueto

La caligrafía del mar
Pedro García Cueto
Ondina Ediciones, 2022
80 páginas

En los últimos meses del pasado año 2022 apreció el poemario de Pedro García Cueto titulado La caligrafía del mar que ha sido publicado por Ondina Ediciones. El libro, con prólogo de Flora Jordán Ortiz y un epílogo firmado por Gemma Córdoba, contiene treinta espléndidos poemas que giran en torno al mar, un mar poliédrico que en los versos de García Cueto es ámbito, paisaje, horizonte, concepto y, como se apunta en el prólogo, diálogo literario e incluso, diríase, filosófico.

Con un lenguaje colmado de claridad, sin recursos innecesarios, y un discurso poético límpido —quizá como las aguas del mar o los mares que surgen en el poemario—, la voz del poeta se alza para trasladarnos al Cantábrico, al Mediterráneo o a las costas gaditanas que miran al Atlántico. Al mismo tiempo, en este viaje personal y lírico nos sumerge el autor en registros culturales que no conviene perder de vista.

El Sardinero es la playa o el entorno donde emergen versos en los que el poeta escribe: “Las olas viven su nostalgia / y son luz en nuestro amor. / Mar del Norte, embravecido, ¿Quién pudiera calmar tu furor? / eres un mar recién nacido, / aún virgen el amor”. El poema ‘Soñando con Brines en el mar de Oliva’ nos traslada a la costa valenciana, para rememorar a quien fue (y sigue siendo) una de las grandes voces de nuestro patrimonio poético. “Hay demasiada vida, me decías, / para despedirse de todo / y ahora que no te hallo / converso siempre contigo”, escribe García Cueto. Y el mar de Cádiz, como no podría ser de otra forma, es aquí Rafael Alberti: “Tienen tus ojos el azul / de un paisaje estival, / cuando Alberti de niño soñaba / con el verso y con el mar” (versos del poema ‘Tarde en Cádiz con el mar’).

Por otra parte, no olvida el poeta la tradición clásica en esta caligrafía poética donde el mare nostrum tiene un protagonismo esencial. “Virgilio contempla el agua /como un Narciso enamorado, / el mar en su mirar se fragua.”, anota el autor en el poema ‘Mira Virgilio su vacío’. Igualmente, la figura de Plinio el Viejo se hace presente en el poema ‘Plinio en el volcán’: “Viste el Vesubio arder / y sentiste la lava en ti, / querido Plinio ¿y el mar? / ¿lo viste incendiado?”. Nuestra herencia grecolatina surge también en el poema [Robert] ‘Graves en Mallorca’: “Veo a Zeus, te veo a ti / al mirar la cala mallorquina / y en la tarde se recuesta / el tacto de la sal fina.”, anota el poeta.

En esa apacible contemplación del mar que descubrimos en el poemario de García Cueto, hay una visión trascendente. El mar es perspectiva y enigma, el reflejo colosal de la existencia humana, cuyo sentido último plantea interrogantes a los que no sabemos o no podemos contestar aún.

Asimismo, La caligrafía del mar que ha elaborado el poeta es reflexión y búsqueda introspectiva, a partir de significativas experiencias vitales que han sido plasmadas en los poemas de este libro y de la configuración de un amplio mosaico de referentes de la literatura universal, como parte esencial de un conocimiento que el autor desea compartir con los/as lectores/as, en los que la presencia del mar aparece como un elemento relevante. Desde Alfonsina Storni a Pushkin, pasando por Paul Celan, Juan Ramón Jiménez, Rosalía de Castro, Gil-Albert, Neruda, Cavafis, Shelley, Paul Valery, Byron, Cernuda, Conrad,… el elenco de nombres que hallamos en las páginas del libro es amplio y, como se ha mencionado, sustancial.

Sin duda, estamos ante un poemario sólido, homogéneo, bien estructurado, del que el público lector sabrá extraer la savia que encierra cada poema. En este sentido, destacaría los dos poemas finales. ‘Lidia frente al mar’ por estar dedicado, al igual que el libro, a la hija del poeta. El otro, ‘El confín del mar’, con el que se pone punto y final al libro, y donde podemos leer versos en los que el autor se deja llevar por esa caligrafía que ha querido transmutar en poesía: «Me encuentro a la deriva, / ya apenas respiro / solo hay mar y sensaciones, / fin del mundo en la alborada.»

Para finalizar, no quiero dejar de refirme al poema que da nombre al libro, La caligrafía del mar, porque en sus versos advertimos claves de interés a la hora de interpretar aquello que su autor ha querido ofrecernos en este poemario. Para el autor el mar es “un pentagrama”, “tiene palabras” o es “el fin de un verso”, también “tiene cursivas”, “aroma a tinta y brea”, porque como nos anuncia el poeta “el mar tiene su caligrafía” y en los poemas de este libro, para quienes se adentren en sus páginas, iremos descubriendo, paso a paso, poema a poema, la caligrafía que el mar, con cada ola, ha dictado al poeta Pedro García Cueto.

El libro puede adquirirse aquí

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