¡Mis queridos palomiteros!
Recientemente hemos dado cuenta, desde este mismo espacio, del estreno mundial de la ópera Hildegart, por cuyo libreto responde el joven poeta y acreditado escritor Javier Mateo Hidalgo. Y recurrir a él, y darle voz para conocer sus impresiones tras el estreno, es una fortuna incontable. Lo que sigue es un acontecimiento de la palabra. Pasen y lean.
¿Qué siente en estos momentos, tras el estreno mundial de la ópera Hildegart del pasado 26 de julio, al que Ud. ha puesto letra?

Puedo dar fe de que todo el equipo que conformamos la ópera Hildegart nos encontramos muy gratamente sorprendidos de la calurosa acogida recibida por parte del público que acudió a ver nuestro espectáculo en el Teatro Ramos Carrión de Zamora.
¿Por qué planificar el estreno en esta localidad española?
Aceptamos muy felizmente el reto de estrenar dentro del Festival Internacional Little Ópera dirigido por Conchi Moyano al ser uno de los certámenes más interesantes del panorama escénico musical actual en España. Además, sus diez años de experiencia lo avalan.
Tras el trabajo realizado, ¿qué les transmitió el público?
Para nosotros, ya había sido un regalo poder llegar al festival con nuestra obra lista para ponerse en escena. Lo que no podíamos imaginar era la sorprendente atención o el respetuoso y casi religioso silencio que reinó en el patio de butacas durante la actuación. Finalmente, los seis minutos de aplausos y el tener que salir cinco veces a saludar tras la representación nos hicieron sentir verdaderamente valorados y queridos aquella noche mágica.
¿Esperaban un éxito de tanta dimensión?
Es cierto que previamente había tenido lugar toda una campaña de promoción impresionante en periódicos, revistas e incluso radio (no esperábamos tener tampoco esta acogida en los medios, destacando las entrevistas en Radio Clásica, Melómano o La Opinión de Zamora, así como el anuncio en El País, ABC, El Cultural, Zenda o El Imparcial), pero el resultado superó todas las expectativas.
También nuestro proyecto fue muy bien recibido durante el coloquio que tuvo lugar tres horas antes en el Museo Etnográfico de Castilla y León. Fue moderado excelentemente por Maite F. Madrid y en él participé junto al compositor Juan Durán, la directora musical Lucía Marín y el director de escena Alberto Trijueque (todos maravillosos), para poner en contexto al público que quiso acercarse y que llenó la sala.
¿Qué ha dicho la crítica especializada?
Tanto a dicho coloquio como a la representación de la ópera acudieron los muy reputados críticos musicales Arturo Reverter y Juan Ángel Vela del Campo, a quienes admiro y con los que pude conversar. Ambos salieron maravillados tras la función.
Creo que nuestro trabajo vale esta recompensa, sobre todo la magnífica partitura del maestro Durán, la precisa batuta de Marín, la increíble Orquesta Sinfónica Alma Mahler, los intérpretes únicos (la soprano Sonia de Munck, la mezzosoprano Sandra Ferrández, el barítono Javier Franco y el tenor César Arrieta) —que además de excelentes cantantes sorprenden con su impactante interpretación actoral—, el pianista Sergio Berlinches… y la sorprendente puesta en escena y plástica escenográfica de Trijueque e Igone Teso, que han sabido construir una hermosísima fachada a estos cimientos que son la partitura y el libreto de Hildegart.