diciembre de 2025

Pedro García Cueto: “Soy un escritor enamorado del cine y la literatura”

Pedro García Cueto nació en Madrid el 21 de julio de 1968. Cursó la carrera de Filología Hispánica en la UNED, que finalizó en 1997, realizó su tesis doctoral en la UNED sobre la obra de Juan Gil-Albert y acabó sus estudios de Antropología Social y Cultural en la UNED en el año 2012. Es docente en la Comunidad de Madrid desde 2001, pero es también un escritor prolífico que ha hecho de la escritura una forma de vida: su grafofilia es proverbial.

Querido Pedro, ¿cómo empezó tu fascinación por el cine y la literatura?

Bueno, yo era un niño que empezó a leer muy pronto. Mi padre tenía negocios en Madrid, empezó con el mundo del juguete, era representante y viajaba por toda España. Luego montó sus propios negocios en las estaciones de trenes, en Atocha y Chamartín, en cuyo negocio colaboré muchos años. El tema de mi pasión por las letras empezó con el interés que me causó algunos libros que había en casa, como la Odisea de Homero y Resurrección de Tolstoi y mis tempranas visitas con mi tío, hermano de mi padre, a la Cuesta Moyano. Allí compré una antología de Rubén Darío, que fue el primer poeta que leí. Cuando mis padres venían tarde a casa, yo me entretenía leyendo a Herman Hesse, a Arthur Conan Doyle, a Edgar Allan Poe, a Julio Verne y muchos más.

Lo del cine fue también una pasión temprana, en los años setenta, cuando en televisión veía Sábado cine, empecé a enamorarme del cine clásico y nunca me lo perdía. Si me portaba mal en casa, el castigo era no ver películas, y yo escuchaba los diálogos en la habitación, así recuerdo cómo me perdí ¿Qué ocurrió entre tu padre y mi madre? de Billy Wilder, que luego he visto muchas veces, como todo el cine del genial director. Jack Lemmon se convirtió en uno de mis actores favoritos y cuando era jovencito, con veinte o por ahí, los amigos decían que me parecía un poco al gran actor. Eso me hacía muy feliz. Todo ello, hizo que fuera a ver películas siendo adolescente, en vez de jugar al fútbol, como otros compañeros de clase y me vi Novecento, con quince años en italiano, con subtítulos en español. Salí enamorado de la bella Dominique Sanda. Y mi tío, que vive en Murcia, me introdujo en el cine, porque él también es un apasionado del séptimo arte de toda la vida.

Pedro, has escrito muchos libros: eres ensayista de cine, literatura, novelista y poeta. También te prodigas en muchas revistas con tus múltiples colaboraciones. ¿Cómo empezó tu pasión por la escritura?

Bueno, de niño también, empecé escribiendo poesías, muchos las conservo, son inéditas y algunos relatos. Pero empecé a publicar gracias a la revista Cuadernos del Matemático, cuando estuve dando clase en el IES Matemático Puig Adam, en el período del año 2006-2007, recién sacada la plaza de profesor de Secundaria y Bachillerato en la Comunidad de Madrid, aunque fui interino desde 2001. Ezequías Blanco, jefe de departamento mío en el centro y director de la revista, me publicó El escritor, el primer relato publicado. Luego colaboré en la revista en muchas ocasiones. Otro paso en mi labor creativa fue mi tesis doctoral, ya que la realicé sobre Juan Gil-Albert, gracias al descubrimiento de Francisco Brines de la obra del poeta alcoyano, cuando escribí mi tesina sobre Brines y charlaba con él todos los sábados en el año 2004. Le llamaba a su casa de Oliva y me contaba muchas anécdotas de grandes escritores. La tesis la publiqué, convertida en libro, primero en Valencia, gracias a Ricardo Bellveser, con el título La obra en prosa de Juan Gil-Albert y en Alicante, con el título El universo poético de Juan Gil-Albert, en el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, gracias a José Luis Ferris, que lo dirigía.

Vendrán luego ensayos sobre grandes poetas, Brines, García Montero y Javier Lostalé. Pero también tu trayectoria como novelista con una estupenda trilogía titulada La primavera de nuestro desencanto, Los bulevares de invierno y El largo adiós de los cipreses. Y, además, tres libros de poemas, y libros de cine. ¿Cómo has abarcado tanto?

Bueno, lo de la narrativa comenzó con mi novela La primavera de nuestro desencanto, con las historias que me contaban mis abuelos maternos sobre la Guerra Civil en Madrid. Por ello, publiqué en Atlantis esta novela, donde mis abuelos son los padres del protagonista, un profesor de instituto que se enamora de una profesora de Filosofía y llega la guerra; lo último es ficción, no he estado nunca con una compañera de profesión.

Ello me llevó a completar con dos novelas más la historia, Los bulevares de invierno y El largo adiós de los cipreses, donde Julio y Laura, los protagonistas vuelven a España, tras la muerte de Franco.

Por otro lado, he escrito novelas sobre la vida de Federico García Lorca en primera persona y sobre Miguel Hernández, Luis Cernuda y Pasolini. La de Lorca y Pasolini, editadas en Dalya y la de Hernández y Cernuda en En Huida, donde acabo de publicar Fulgor y ceniza en la obra de Javier Lostalé, al que considero un gran maestro y un gran hombre de la poesía y de la radio.

Acerca de los ensayos literarios, ha sido maravilloso dedicar Francisco Brines, el otoño de un poeta, publicado en Huerga y Fierro al gran poeta valenciano, el ensayo La llama poética de Luis García Montero, al poeta granadino y ahora al gran Javier Lostalé.

Además has escrito tres libros de poesía, El sueño de las alondras, La lentitud de la noche y La caligrafía del mar. Dinos algo sobre ellos.

El sueño de las alondras es la historia de un hombre que ha perdido al amor de su vida, un homenaje a Bécquer y sus golondrinas. El prólogo lo escribió Ricardo Bellveser, al que añoro mucho, fue mi primer editor. De La lentitud de la noche, un libro dedicado a muchos amigos poetas, que me publicó Olifante, y acerca de La caligrafía del mar, publicado por Ondina, puedo decir que disfruté mucho escribiéndolos, porque hablo de poetas que han tenido que ver con el mar, como Paul Celan, que se suicidó en París, Alfonsina Storni, Herman Melville y su Moby Dick, el mundo de Neruda y el de Alberti y muchos otros.

Y libros de cine, sobre todo cine clásico: Solos ante el cine, Sombras del celuloide y estudios muy interesantes sobre Robert De Niro, el director Luchino Visconti y el actor José Sacristán. Asimismo, una novela donde te acercas a la caza de brujas en Hollywood: Renglones en la lluvia.

Sí, tengo mucho cariño a todos ellos y he participado en revistas de cine también como Versión Original, que ahora ha sacado un bello libro —Capitales de cine— donde he colaborado. Visconti es uno de mis directores favoritos, soy un enamorado del cine, por encima de todo de Muerte en Venecia. En el libro, editado por Ondina, con el bello título de Luchino Visconti, el don de la belleza, destaco una comparativa muy extensa entre la novela del gran Thomas Mann y la película, con otro de mis actores favoritos, Dirk Bogarde. Y el ensayo sobre De Niro también me ha hecho muy feliz, ya que lo admiro desde los primeros ochenta cuando vi Toro salvaje en un cine de verano en Los Urrutias y me quedé impresionado con la interpretación de este genial actor, que pude ver en Madrid en el estreno de La misión en El Palacio de la Música.

Y tus críticas de cine y de literatura en muchas revistas, ¿cuántas has escrito?

Muchas, me encanta escribir reseñas, me envían libros y no me cuesta nada ahondar en los libros de poesía o en las novelas y también estoy haciendo para Entreletras muchos homenajes a actores y a actrices, por sus cumpleaños, por los centenarios de su nacimiento, etc. He escrito en Barcarola, República de las Letras, Revista de Occidente, Turia, Zenda y otras muchas.

Y acerca de tu labor profesional como profesor, ¿cómo ves el mundo de la docencia y qué significa para ti?

Está complicada, se han perdido muchas formas en los alumnos, con respecto a otras generaciones. El hábito lector es de minorías y cuesta mucho que se expresen bien por falta de lecturas y por el abuso de la tecnología.

Hoy estoy muy feliz, porque hay alumnos que te dan una gran sorpresa: Paula Martín fue alumna mía de Primero de Bachillerato en el IES Palomeras y saca su primer libro de poemas con mi prólogo. Cuando terminó los estudios, antes de la carrera, me entregó una carta de agradecimiento por haber sido su maestro en la literatura y por haberla ayudado con mis consejos a escribir. Creo que es la mejor forma de expresar lo que siento cuando lo que recibes es admiración y agradecimiento por lo que enseñas con entusiasmo.

¿En qué proyecto o proyectos estás ahora?

Saldrá la novela Sombras en el paraíso, editada por la editorial americana Maromjos Publishing, donde he publicado El largo adiós de los cipreses, y quiero escribir un libro de poemas dedicado a mi madre, que falleció el año pasado y ha sido la persona más importante de mi vida, junto a mi mujer y mis hijos. Aún no tengo el título. Y quiero empezar a escribir la novela sobre la etapa del cine mudo, que quiero llamar Escenas en las sombras, donde aparecerán Chaplin, Harol Lloyd, Buster Keaton, las actrices de la época y las fiestas salvajes de ese período magnífico del cine. Y quiero terminar mi novela sobre la vida de Frida Kahlo, que empecé antes de la muerte de mi madre hace un año y que, como todo escritor, dejé aparcada, quizá bloqueado por todo el dolor vivido.

Muchas gracias, Pedro, y mucha suerte en tus futuros proyectos literarios y en la vida en general.

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Archivo Entreletras

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