diciembre de 2024 - VIII Año

Julio Vives Chillida: ‘La técnica de la madera curvada todavía se emplea para hacer muebles con un diseño moderno y permite su uso para fines arquitectónicos’

Entreletras ha entrevistado a Julio Vives Chillida con motivo de la ‘Exposición Thonet, Kohn, Fischel. Mueble vienés de madera curvada.’ Museo Nacional de Artes Decorativas. 18.05.2021 – 10.10.2021, Calle Montalbán, 12, 28014 Madrid. Entrada gratuita.

Ficha técnica: Organización y coordinación: Sofía Rodríguez Bernis (Directora) y equipo técnico del Museo Nacional de Artes Decorativas. Comisario: Julio Vives Chillida. Diseño sostenible de la exposición: Mariano, estudio de diseño. Diseño gráfico: Estudio Pérez Medina. Diseño de iluminación: Arkilum. Montaje: Fazeta. Fotografía: Javier Rodríguez Barrera.

En el Museo Nacional de Artes Decorativas (Madrid) se abrió al público el 18 de mayo, día internacional de los museos, una exposición sobre mueble vienés de madera curvada. Esta exposición se realiza con una selección -cuarenta y cinco piezas- de la donación al Museo de Julio Vives Chillida.

Michael Thonet y sus hijos (Hermanos Thonet) desarrollaron la técnica del curvado de la madera en Boppard (Alemania) y en Viena, capital de Austria-Hungría, durante el siglo XIX. El mueble curvado gozó de gran aceptación en los cafés y los hogares burgueses de Europa y América debido a su industrialización y producción en serie.

La exposición muestra un conjunto representativo de mueble curvado de Viena – sillas y mecedoras– producido entre 1860 y 1920. Los principales fabricantes de esta tipología de muebles están presentes en la muestra: Hermanos Thonet, Jacob & Josef Kohn e Hijos de D. G. Fischel.

Julio Vives Chillida es, tal vez, el mejor conocedor en España, y uno de los estudiosos más importantes de mundo de este tipo de muebles tan especiales como hermosos.

¿Cuál es su formación y su trayectoria personal? ¿Cómo surge y se desarrolla su interés hacia el mueble curvado?

Aunque mi formación está basada en el Derecho y soy doctor en esta materia, en un momento determinado me decanté por estudiar el mundo del mueble curvado, tanto el procedente de Viena (Austria-Hungría) como el valenciano. Se trató de un giro más bien pasional, en el que intervinieron aspectos estéticos, culturales y personales. Después de una aproximación inicial me percaté de que había bastante confusión en este tema como campo de estudio y mi primera aproximación fue teórica, basada en la investigación. Como no hay teoría sin práctica acabé en el coleccionismo.

¿Cómo empieza y cómo va desarrollando esta espectacular colección?

Hacia el año 2005 empecé a adquirir piezas de un modo intuitivo, pero paulatinamente ya con un conocimiento básico que me permitía seleccionar con criterio. Para ser coleccionista en según qué temas no hace falta ser millonario, pero sí tener conocimientos, estudiar un poco y tener buen gusto. A veces también interviene la buena suerte. Al principio me centré en las mecedoras que, por sus formas, evocan la función de movimiento para la que están diseñadas y son por tanto muy representativas de la producción de mueble curvado desde el punto de vista del diseño y sus principios fundamentales. También incorporé a la colección sillas. En general piezas de un nivel medio y producidas entre 1860 y 1920 aproximadamente, en un período en que el mueble de Viena, como se le llamaba en España en esos años, tenía mucha aceptación entre las clases medias y altas. En un momento determinado comencé a adquirir mueble curvado valenciano, cuando ya se podía distinguir, sobre la base de su estudio, del vienés. En el año 2019 hice una exposición en el Museo de la Ciudad de Benicarló, de la mano de la Fundació Caixa Vinaròs, con el título “Mueble curvado de Viena y de Valencia”. Desde entonces comprendí que los dos vectores de la colección tenían que seguir caminos separados.

¿Podría explicar en qué consiste la técnica de la madera curvada desarrollada primero por Thonet y seguida después por otros fabricantes europeos?

En un principio, Michael Thonet investigó la producción de mueble -sillas fundamentalmente- con láminas de maderas calentadas y encoladas, técnica que se denomina curvado laminado. Hacia mediados del siglo XIX consiguió, sobre la base de la vaporización de las barras de haya y su introducción en moldes metálicos, el curvado de madera maciza, para hacer muebles que se montaban a base exclusivamente de tornillos, sin el uso de cola. También es muy importante la elaboración de asientos y respaldos con rejilla, labor que habitualmente realizaban las mujeres en las fábricas o en sus casas. En 1854 Michael Thonet y sus hijos consiguieron en Austria, cuya nacionalidad se les había concedido, una patente para la producción de mueble curvado macizo, patente que expiró en 1869. A partir de entonces surgieron numerosos fabricantes en Austria-Hungría, particularmente Jacob & Josef Kohn e Hijos de D. G. Fischel. Estos tres fabricantes, que eran los principales, cada uno con su estilo, están representados en la colección del Museo Nacional de Artes Decorativas.

Desde la Exposición Universal de Filadelfia, en 1876, Kohn desarrolló un programa que se manifestó en espectaculares instalaciones en Exposiciones universales, como la de Barcelona de 1888 o la de París de 1900.

En la actualidad, ¿siguen produciéndose muebles similares o, al menos, utilizando la técnica de la madera curvada?

La técnica de la madera curvada no sólo sirve para hacer muebles. Como demostró la firma Jacob & Josef Kohn, se podía utilizar para hacer todo tipo de decoraciones y estructuras y desde la Exposición Universal de Filadelfia, en 1876, Kohn desarrolló un programa en este sentido que se manifestó en espectaculares instalaciones en Exposiciones universales, como la de Barcelona de 1888 o la de París de 1900. La técnica de la madera curvada todavía se emplea para hacer muebles, ya con un diseño moderno, y con un instrumental muy desarrollado, que permite incluso su uso para fines arquitectónicos. En los años treinta el mueble de madera curvada dio paso al mueble de acero tubular, de la mano del ingenio de arquitectos del Movimiento Moderno, que conocían perfectamente las técnicas del curvado de madera que estaban en la base de la nueva moda.

Las piezas son representativas de un tipo de mueble característico de Viena, de sus cafés, restaurantes, hoteles, balnearios… ¿Hubo también distribuidores y fabricantes en España? ¿Cómo se difunde la moda del mueble curvado?

En un principio, cuando se pasó de la fase artesanal a la industrial en la producción del mueble curvado, se utilizaba para dotar de sillas a establecimientos públicos que las necesitaban en grandes cantidades y los cafés de Viena -y los de Budapest- fueron un buen ejemplo. Poco a poco se aumentó la tipología de mobiliario, incluyendo mecedoras, mesas, sofás, percheros, camas, cunas, musiqueros, mueble infantil…. Esta diversificación permitía su uso en los hogares de las clases medias y por la economía de producción, precio asequible, belleza y funcionalidad se expandió su uso por toda Europa y América. Los principales fabricantes editaban catálogos completos de su producción y destinaban gran parte de ella a la exportación y tenían tiendas y sucursales en las principales ciudades del mundo -en España, por ejemplo, en Barcelona, Madrid y Sevilla-. En realidad, las tres empresas de Austria-Hungría mencionadas, Thonet, Kohn y Fischel, eran multinacionales ya en el Siglo XIX desde el punto de vista de la producción y comercialización de sus productos.

En España el mueble de Viena fué muy popular y se introdujo su producción autóctona en Valencia, a partir de 1880 aproximadamente, gracias a la destreza de sus mueblistas y a las relaciones comerciales que, a través del puerto, se desarrollaban con otros puertos importantes del imperio Austro-húngaro, como los de Fiume y Trieste, en una época en que el comercio marítimo era fundamental. El sector del mueble curvado fue un elemento importante en la industrialización valenciana pues hubo diversas fábricas que empleaban a cientos de trabajadores, especialmente hasta antes de la guerra civil. En Valencia la madera que se empleaba procedía también de Austria-Hungría hasta que los flujos comerciales se interrumpieron debido a la Primera Guerra Mundial. Este conflicto condujo a que los fabricantes valencianos que hacían mueble curvado “al estilo de Viena” ocuparan el vacío dejado por los vieneses y hubo un desarrollo espectacular del sector hasta 1936. Los principales fabricantes de aquella época en Valencia fueron Ventura Feliu e hijos, Salvador Albacar, Luis Suay y Joaquín Lleó e hijos, así como Alejandro Delgado en Murcia.

¿Existen otras colecciones similares a la suya, ya sea en museos o en ámbitos privados?

En diversos museos, en Europa y los Estados Unidos, existen colecciones de mueble curvado. Destaca la extensa colección del Museo de Artes Aplicadas de Viena. Normalmente la tipología que muestran es más diversa e incluyen piezas únicas y más antiguas, fabricadas antes de 1860 y también muebles -sillas y mesas- fabricadas en madera curvada laminada. Sin embargo, en España es muy rara la presencia de mueble curvado laminado, siempre es de madera maciza, porque la penetración comercial del mueble de Viena se produjo en una época relativamente tardía, hacia 1870. Como colección, la del Museo Nacional de Artes Decorativas es la más completa y representativa que conozco en la tipología de las mecedoras y es notable en lo que a las sillas se refiere. Esta tipología -sillas y mecedoras- es la que más se comercializaba y abunda en el mercado anticuario español. Hay que tener en cuenta, en cualquier caso, que son piezas industriales que tienen más de cien años.

En España el mueble de Viena fué muy popular y se introdujo su producción autóctona en Valencia, a partir de 1880 aproximadamente, gracias a la destreza de sus mueblistas y a las relaciones comerciales con otros puertos importantes del imperio Austro-húngaro.

¿Cómo surge la idea de realizar esta donación y cómo se materializa?

Llega un momento en que una colección determinada está básicamente acabada, aunque siempre pueden encontrarse de vez en cuando piezas que valgan la pena en el tema y ampliarse. Como he señalado los dos sectores de la colección -mueble de Viena y mueble valenciano- tenían que seguir destinos diferentes. Para un coleccionista humilde -como es el caso- que un Museo acoja su colección y la divulgue es lo mejor que le puede suceder porque de lo contrario suele acabar dispersa en subastas u olvidada cuando no deteriorada. En el caso concreto, dada su calidad y vocación por el diseño internacional, el Museo Nacional de Artes Decorativas, especialmente su directora Sofía Rodríguez Bernis, mostraron interés en acoger la colección en su globalidad. La donación de una colección implica lógicamente derechos para el Museo, pero también deberes, como el de su conservación y el mantenimiento de su unidad. Al hacer la exposición, de algún modo, se cumple el ciclo histórico de vida de las piezas de la colección: diseño, producción, uso, recolección, restauración en su caso, musealización, inventariado, estudio y divulgación. El presente caso, la donación y la exposición, es un ejemplo de colaboración fructífera entre el sector privado -un particular coleccionista- y el sector público -un museo estatal-.

Además de la actual donación, usted ha desarrollado una importante labor de estudio y divulgación del mueble curvado, mediante conferencias y publicaciones. ¿Podría resumir esas actividades?

A lo largo de estos años hemos ido haciendo exposiciones con piezas de la colección en diversos centros e instituciones, como la Casa Sagnier (mecedoras) y el Centre Civic Can Deu (sillas de establecimientos públicos como cafés y restaurantes), ambos en Barcelona, la Fundació Caixa Vinarós (Paisajes con mecedora -2011-y Mecedoras modernistas, 2018) y el Museo de la Ciudad de Benicarló (Muebles curvados de Viena y de Valencia, 2019). En este sentido quiero agradecer especialmente a la Fundació Caixa Vinarós su apoyo constante a este proyecto con la creación en su seno del “Espai corbat”, en 2010. Está prevista una exposición itinerante, a partir de otoño de 2021, de “mueble curvado valenciano (1900-1936)”, el otro vector de la colección cuya titularidad corresponde a la citada Fundación. También es de justicia mencionar la exposición La curva mágica: mueble de haya y de ratán que tuvo lugar en el Centre d’Artesanía de Catalunya de la mano del Museu del Disseny de Barcelona, en 2020, con piezas de madera curvada de haya y de ratán de la colección del Museo y de la que fuí comisario, junto a Rossend Casanova.

En cuanto a publicaciones, pueden distinguirse las relativas a mueble de Viena, centradas en la casa Jacob & Josef Kohn, que fue muy importante en España y estaba mucho menos estudiada que Hermanos Thonet, de las de mueble curvado valenciano, sobre Ventura Feliu y Salvador Albacar como fabricantes, y sobre mecedoras valencianas. También hemos reproducido catálogos comerciales de Hermanos Thonet y Jacob & Josef Kohn y editado catálogos de exposiciones. Estas publicaciones se pueden ver online o adquirir en internet. Actualmente mantenemos  en funcionamiento un blog sobre mueble curvado de Viena y de Valencia –http://www.muebledeviena.com– donde se tratan temas diversos -y con un enfoque interdisciplinar-, de este amplio y apasionante campo que es el mueble de madera curvada.

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Archivo Entreletras

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