Editorial Debate,1999
En este relato de Miguel Barroso, la acción discurre en La Habana, Constituye un relato a caballo de la situación política en España y Cuba.Arranca con un atraco perpetrado por un grupo anarquista en Barcelona en 1947, cuyo botín desaparece. La acción acaba con la vida de uno de los atracadores y la diáspora del resto. Se sospecha que uno de los sujetos se ha apropiado del botín y otro después de no pocas vicisitudes, entre ellos su paso por la cárcel, acude en su búsqueda sabiendo que se oculta en La Habana.
El autor utiliza éste argumento para darnos a conocer el ambiente de la Isla cuando Batista ejercía su mandato como dictador. Son los años cincuenta, durante los momentos previos al triunfo de la Revolución castrista.
Son los momentos claves de la expansión del turismo, del refugio de exiliados europeos que habiendo llegado a la Isla en la época del gobierno de Machado buscan otros horizontes. Aun se encuentran muchos de ellos anclados en la isla, al amparo de las casas regionales, que constituyen sus centros de reunión, viviendo con nostalgia el ensoñamiento del retorno, pero acogidos entretanto al amparo de sus señas de identidad.
Llevada al cine con notable éxito en su momento, el relato cinematográfico se ciñe con unos pocos retoques al literario. El elenco es sobresaliente. Eduard Fernández, en el papel del dolido Martín Losada, Jorge Perugorria en el del ganster cubano, un depredador, receptor de todo tipo de fondos, manipulador y político corrupto, su esposa y trofeo, protagonizada por Ariadna Gil. Es el antiguo amor de Losada en España, su compañera de fatigas, en el papel de amor frustrado, marcado por la superviviencia, y el del atracador traidor a sus orígenes, José Luis Gómez, en el papel de Urrutia.Todos son totalmente fieles al argumento descrito en el relato.
La búsqueda del botín escondido protagonizado por Martín Losada, huido de las cárceles de Franco, constituye un formidable pretexto para describir en una desenfrenada carrera de investigación, los obstáculos políticos y sociales con los que se encuentra el recién llegado a la isla.
Miguel Barroso no solo reconstruye fielmente el ambiente de la isla, la corrupción y arbitrariedad del régimen de Batista, el desenfreno de los poderosos en su abuso de poder, sino que también deja caer la supeditación cubana al poder americano que gobierna la isla desde su independencia mediante intermediarios políticos que, una y otra vez, logran acomodarse a sus dictados.
Es también una historia de fracasos y de fracasados, un frustrado amor romántico retorcido por la historia, de una ambición y un poder representado por aquellos que son serviles al poder. De personajes serviles y de servidumbres indecentes. Son seres que se debaten entre la superviviencia y el odio, entre el amor y las frustraciones cotidianas, entre la realidad y el deseo.
El autor ha abordado en otra novela otra mirada sobre la realidad cubana algunos de cuyos jirones la revolución dejó en el camino hasta que triunfó en Sierra Maestra .Los caminos en ese caso se prolongaron y se entrecruzaron en el interior de los primeros compases del gobierno de Castro generando un ajuste de cuentas entre los viejos comunistas y contrarios a Batista y el nuevo régimen instaurado en la Habana. Estas viejas pendencias entre lo viejo y lo nuevo también suelen dar desenlaces cruentos. La obra de “Un asunto sensible” Miguel Barroso, también recoge un suceso que constituyo en la Habana un juicio político de envergadura sobre disidentes que acabó con el fusilamiento de sus protagonistas,ya con el régimen de Castro.
En éste caso, “Amanecer con hormigas en la boca” cuyo título hace referencia al léxico cubano cuando la parca te ha alcanzado, la vida de los protagonistas se va entrelazando como las enredaderas se aferran entre si para buscar la luz, hasta el punto en que el desenlace les llega inexorable, como en una tragedia griega. El final acabará por dar al trate con los propios protagonistas y con sus ambiciones.