Galdós ha sido reconocido como gran figura literaria en diversos actos celebrados en Madrid y en otras comunidades a lo largo de 2020, algunas han tenido que ser retrasadas excepcionalmente a final de año por la pandemia, ya que el estado de alarma se decretó desde el 14 de marzo hasta el 21 de junio. Varias entidades han difundido publicaciones vinculadas con Galdós con motivo del centenario, así como varios escritores han realizado biografías para un mejor conocimiento del escritor dirigidos a todas las edades.
Con motivo del centenario de su fallecimiento el Instituto Cervantes y la Comunidad de Madrid van a traducir la obra de Galdós a otros idiomas. García Montero, director del Cervantes, cree que la traducción ha de hacerse con el mismo orgullo que sintieron los franceses al difundir a Flaubert; los ingleses a Dickens o los rusos a Tolstoi. Se ha iniciado con una edición popular conmemorativa del tercero de los Episodios Nacionales: «El 19 de marzo y el 2 de mayo» (referencias al motín contra Manuel Godoy, favorito del rey Carlos IV, y al alzamiento del pueblo de Madrid, en 1808, contra los ocupantes franceses).
La Biblioteca Nacional ha contribuido, además de con la exposición y su catálogo, con la distribución como homenaje a Galdós de un artículo, en el que se reproduce la polémica en 1914 con su amigo Tomás Romero (abogado, periodista y político), que organizó una suscripción pública, para obtener fondos debido a los serios problemas económicos del escritor, para lo que se formó una junta por destacados personajes de la vida pública, pero al no ser el resultado el esperado se produjo la ruptura de ambos, episodio triste para el escritor.
La Real Academia Española eligió a Benito Pérez Galdós (enlace para comentar su correspondencia) como miembro en 1889 a propuesta de Marcelino Menéndez Pelayo. Galdós finalmente tomó posesión de la silla N el 7 de febrero de 1897 con el discurso titulado La sociedad presente como materia novelable (aquí en enlace al acceso a su discurso de entrada en la Academia).
Durante la presentación de la exposición que se realizó en Santander, se ha dado a conocer una caja conmemorativa que reúne obras sobre Galdós editadas en Cantabria, entre las que destaca ‘Páginas galdosianas’, de Benito Madariaga.
La Comunidad de Madrid también ha elaborado una guía didáctica para reflejar el Madrid de Galdós con motivo del 2 de mayo de 1808, al ser esta ciudad donde desarrolló la mayor parte de su vida, así como un mapa cultural ilustrado titulado “Galdós es Madrid” ambos han sido distribuidos en sus centros culturales.
La Biblioteca Castro ha dado a luz a una cuidada edición de la Cuarta Serie de los Episodios, comprometiéndose a ofrecer la Quinta el próximo año. La edición de Gredos de los Episodios Nacionales de 1963 ha sido reeditada por RBA editores en un sistema de coleccionables para los quioscos en 2020, con una esmerada edición que incluye las ilustraciones originales. Anteriormente habían aparecido varias ediciones de los Episodios Nacionales: la de Espasa Calpe en 2008 con una introducción de Andrés Amorós y un prólogo de Fernando García de Cortázar y con frecuentes resúmenes históricos para poner al lector en el marco de los sucesos que estaban ocurriendo (en mi opinión la mejor edición); La edición de 2014 de RBA editores constaba de unos 5000 cuadros, fotografías y grabados, con comentarios y pies de fotos para el contexto histórico, que es a su vez resulta mejorada de la realizada en 2003 por ediciones Nauta, ambas para el Club Internacional del Libro, con una introducción de Javier Tusell y con prólogo de Juan Ignacio Ferreras, anteriormente las obras completas se publicaron por Aguilar en 1973 con motivo del cincuentenario.
En este año con motivo del centenario han aparecido varias biografías originales sobre Galdós, las dos más significativas: “Benito Pérez Galdós, vida, obra y compromiso” de Francisco Cánovas en Alianza Editorial y “Galdós, una biografía” escrita por Yolanda Arencibia en Tusquets editores, que ha recibido el premio Comillas 2020. Una tercera obra para niños “Galdós el narrador de un mundo” por Fernando Delgado en Vegueta ediciones, una biografía en formato de comic para jóvenes “Galdós, un escritor en Madrid” realizada con un guion de la periodista Carmen Fernández Etreros y con ilustraciones de Guillermo Menéndez Quirós para la editorial Oberon-Anaya y que ha sido distribuida por la Comunidad de Madrid, la obra está articulada desde los recuerdos de Galdós ya anciano en 125 páginas y por último Eduardo Valero ha escrito una biografía “Benito Pérez Galdós. La figura del realismo español” publicada por la valenciana Editorial Sargantana y que ha sido presentada en el Ayuntamiento de Madrid en noviembre.
También ha aparecido en octubre un cuidado monográfico de la Revista de Occidente sobre “Galdós en el Siglo XXI”, con ocho ensayos y dos entrevistas a los autores de las dos biografías más significativas editadas este año, indicadas anteriormente, y que comentaremos posteriormente. Los ensayos recogidos se centraban en el interés de su legado en la introducción por Jordi Canal; La actualidad de su patriotismo por Luís Gonzalo Díez; La imagen controvertida en Francia de Galdós por Jordi Canal; El estilo en el género epistolar entre lo público y lo privado en el SXIX exponiendo el caso de Galdós y Pardo Bazán por Olga Guadalupe; Un análisis de las novelas de Torquemada y las opiniones sobre ellas de Zambrano, Ayala y Cernuda por Scheherezade Pinilla; La inspiración en Galdós de Buñuel para comprender España por Raquel Arias; La inspiración de Galdós en las partituras de Beethoven y el paralelismo de ambas en trece de sus novelas por Marta Vela, por último el mito de don Juan en sus obras por los hermanos Luís y José María de Luxán.
Posteriormente, ya en febrero de 2021, ha aparecido el número 37 de la revista de estudios galdosianos ISIDORA (de larga trayectoria, se inicia en 2004) recogiendo un grupo de doce colaboraciones teniendo presente el centenario, revisando con diversas pinceladas de diversos autores la vida y la obra del escritor, una de ellas ha sido del autor del presente artículo. Isidora lleva además adelante un programa de traducción apoyado por el Ministerio de Cultura para rescatar y editar Galdós a lenguas como el francés, ruso, chino, inglés o árabe, lo que permitirá difundir al escritor en muchos países.
Con anterioridad al centenario se habían dedicado a estudiar la vida de Galdós: Joaquín Casalduero en 1961 en una biografía titulada “Vida y obra de Galdós” en la Biblioteca Románica Hispánica dirigida por Dámaso Alonso; Carmen Bravo-Villasante en 1988 y Pedro Ortiz-Armengol en el 1995 en la Editorial Crítica, así como algunos autores extranjeros como el británico Stephen Gilman, en 1981, Galdós and the art of the European novel: 1867-1887.
En la biografía de Cánovas editada en 2019, tras tres años de estudio, refleja un Galdós humilde, reservado, prudente y muy trabajador, que mantenía amigos en todo el espectro político, lo que demuestra su impulso tolerante. Con esta biografía persigue reivindicar su categoría humana, cívica y literaria. Galdós tuvo influencias desde Cervantes y Calderón entre los escritores clásicos a sus contemporáneos ingleses (Shakespeare y Dickens), franceses (Balzac y Zola) y rusos (Dostoievski y Tolstoi). Según Cánovas es el mejor escritor español después de Cervantes. Pero para entender realmente al escritor afirma que hay que tener siempre en cuenta el contexto histórico y político, algo que queda reflejado en obras como Fortunata y Jacinta o Misericordia, que son un verdadero «retrato de la Restauración». En su propia obra hay también claves biográficas complementarias, con lo que concluye «Galdós es esencial en el siglo XIX», asegura Cánovas, también ahora conocemos que era especialmente sensible a la naturaleza, el medio ambiente y los animales; que tenía una concepción global de las artes y que le encantaba dibujar (ya que curiosamente tenía la costumbre de dibujar a sus personajes); estaba siempre muy interesado en la vida social y política, siendo su escuela los cafés de Madrid, en donde él era un observador constante, por eso su faceta periodística de Galdós no ha sido suficientemente valorada, escribió en La Nación, Las Cortes, La Prensa de Buenos Aires, El País, El liberal y El Cantábrico.
Respecto a la vida política, fue diputado en tres legislaturas, siendo en ellas también un observador de la vida política, más que un actor, pero su papel esencial resultó ser un gran movilizador social, al unir a los distintos grupos republicanos dispersos y enfrentados, e incorporar a Pablo Iglesias al Parlamento con la conjunción republicano socialista en su segunda legislatura. Lo mejor, según algunos críticos de esta biografía de Cánovas es el análisis del compromiso político galdosiano, yendo del liberalismo regeneracionista al republicanismo. Las ideas y valores que Galdós defendió en sus libros, en la tribuna y en los periódicos, siguen permaneciendo vigentes, la tolerancia, la democracia, la justicia, el laicismo, la emancipación de la mujer, la crítica a la corrupción y la exigencia de políticos honestos fueron el eje de sus novelas.
Memorias de un desmemoriado es su autobiografía, escrita al final de su vida y como era costumbre en la época fue publicada en fascículos en la revista La Esfera entre 1915 y 1916 siendo dictada por un Galdós prácticamente ciego. Sin duda en ella hay detalles de interés, pero como en todas las autobiografías, hace una selección interesada de sus recuerdos.
La biografía escrita por Yolanda Arencibia (Vicepresidenta de la Asociación Internacional de Galdosistas) resulta más centrada en el estudio de la amplísima relación de cartas del escritor, estando muy influida por la autobiografía indicada, por lo tanto está más centrada en sus rasgos más íntimos, la autora indica que Galdós fue profundamente humano, y que su acercamiento a la política, tiene más que ver sobre todo con su patriotismo, algunas de sus afirmaciones definen su obra: “Galdós era un genio de la literatura envuelto en la naturaleza de un hombre serio, honrado, consecuente y comprometido con su tiempo”; “Su pasión por la escritura fue una necesidad vital, que él llevó a la altura del arte”; “Comenzó su papel como escritor en La Nación como cronista social”; “Indica que fue un hombre comprometido con su tiempo y su patria, que tuvo la suerte de ser tocado por el genio de la creación, ello le permitió ser un artista y no un cronista”; “Mostró la sociedad de su tiempo desde la altura del arte y desde ahí, sugerir modos de colaborar en el progreso”.
Yolanda Arencibia indica que para ella las obras más comprometidas de Galdós son “Doña Perfecta”, la segunda serie de los Episodios Nacionales y “la Familia de León Roch”. Afirma que el Galdós joven estaba empapado del Krausismo, de la denuncia social de la España de la intransigencia, y de la religión deshumanizada que no hace caso a la ciencia, siendo las obras más políticas “El caballero encantado”, “Casandra”, “Alceste” y “La razón de la sinrazón”. Sobre el feminismo señala que entendió la injusticia de la situación femenina y ayudó, siempre que pudo a las pioneras en su lucha, siendo en su opinión Marianela el personaje más tierno en sus novelas. Respecto a las influencias señala su admiración a Emilio Zola y por los más clásicos escritores europeos, pero su relación más estrecha resultó con los hispanoamericanos como Rubén Darío y Amado Nervo. Yolanda señala en su obra que los mejores críticos sobre Galdós han sido Rafael Chirbes y Almudena Grandes. Por otro lado cree que es necesario que se revise su presencia en la enseñanza escolar en España, mientras en cambio durante el Siglo XX ha sido muy importante en las universidades americanas, aunque está disminuyendo su importancia ante el empuje actual de la literatura hispanoamericana.
Fernando G. Delgado es el autor de una obra para escolares “Benito Pérez Galdós: El narrador de un mundo”, una obra breve de 36 páginas, con Ilustraciones de Tyto Alba para la editorial Vegueta. Tanto la narración como el estilo de las imágenes están adecuados a una franja de edad entre 8 y 11 años. El texto y las imágenes tratan temas didácticos transversales a los ámbitos de la vida y la actividad del personaje, en especial aquellos relativos al mundo de la ingeniería, la historia y la política, para facilitar la lectura en familia, así como al uso en centros escolares como refuerzo al programa educativo ordinario. Las páginas finales contienen una breve biografía del personaje y una cronología. Esta obra forma parte de la colección Nuestros Ilustres de biografías de personajes de los ámbitos de la ciencia, la cultura y la historia, para que sirvan de apoyo extracurricular a diversas materias.