abril de 2024 - VIII Año

Sentinel del Norte: un lugar que vive aislado desde la Edad de Piedra

Los habitantes de Sentinel del Norte dejaron atrás la Edad de Piedra, no hace mucho, en los años 90 (del siglo XX) cuando entraron en la Edad de Hierro. Se piensa que este enclave «paleolítico» dominó el fuego recientemente y desconoce la agricultura.

Es algo imposible de imaginar que en el año 2021, hay un lugar en el planeta que vive como lo hacía el ser humano hace mas de 60.000 años en plena Edad de Piedra y además no sepa de la existencia de otras civilizaciones mas allá de las aguas y el cielo que rodean su isla. La población vive aislada desde hace cerca de 50.000 años, cuando el Homo Neanderthalensis y el Homo Sapiens coexistían en el Paleolítico Superior.

Es considerada la isla mas hostil y peligrosa del planeta por la feroz violencia con la que atacan a cualquiera que se acerque a sus orillas. Está situada en el Golfo de Bengala en el Océano Índico y es un pequeño islote de unos 59,67 km² de superficie, que forma parte del archipiélago de las Islas Andamán y Nicobar. Esté archipiélago pertenece a la India y el atolón está administrado oficialmente por el gobierno indio, pero el Estado no lo controla. De hecho desde 2005 las autoridades prohibieron cualquier tipo de aproximación a la isla en un radio de cinco kilómetros. No obstruyen lo que sucede en ella y las leyes que rigen en la India no son «aplicables» sobre ellos, por lo que cualquier acto de violencia o agresión esta fuera de sanción penal. Es por esto que el gobierno indio la declaró “zona de exclusión” en 2006 tras la muerte de dos pescadores que se acercaron demasiado, y después de otros sucesos parecidos.


Observa la isla desde Google Earth y veras como se conserva inalterable desde la era paleolítica en la que llegaron sus habitantes, salvo por un pequeño detalle, ¿sabes cuál es?.

Los sentineleses, se estiman que pueden ser 15 o 50, otros calculan 100, 400 o 500, no mantienen ningún tipo de contacto con el exterior y, además, no permiten la entrada de ningún visitante. Por lo que el gobierno indio desistió de entrar en contacto con ellos y ha decidido respetar esa voluntad. Jamás han sido colonizados ni contactados prolongadamente por la civilización. Los pobladores no se han mezclado jamás con otros grupos y es por eso que se tiene prácticamente la certeza que son descendientes directos de los humanos que habitaron África hace 60.000 años.

Los sentineleses son, de algún modo, conscientes del mundo que les rodea aunque no lo comprendan y les sea extraño. Ven enormes cargueros a lo lejos y grandes aviones que sobrevuelan su isla.

Como viven y como son

Pocas cosas se saben de los pobladores, pero se calcula que se asentaron en la isla hace más de 50.000 años cuando llegaron del continente africano tras las grandes migraciones masivas del Homo Sapiens iniciadas hacia Europa, Eurasia, India y Oceanía. Es una comunidad cazadora; cazan y pescan con rudimentarias lanzas y arpones; y recolectan frutos silvestres, no saben cultivar la tierra (desconocen la agricultura) y hablan una lengua ininteligible para el resto del mundo.

Son de piel negra y existe numerosos testimonios de que los sentineleses, tanto hombres como mujeres, son extremadamente altos (alrededor de 1,80 metros) a diferencia de otros pueblos nativos de la zona. Su estructura social es un gran enigma pero no hay indicios de que exista una jerarquía. Van parcialmente desnudos, y disponen de instrumentos de defensa y armas –como arcos, flechas y cuchillos–, no dominan el fuego pero si llegan a usarlo. Se cobijan en grandes casas comunales levantadas con materiales de la isla.


Un avión de Air India con pasajeros, sobrevuela la isla de Sentinel del Norte en donde esta población prehistórica vive aislada del mundo, de los avances del conocimiento y de los logros tecnológicos de la humanidad

Contactos a lo largo de la historia

Los contactos han sido muy pocos, casi inexistentes y han sido de muy poca duración. Todo intento de acercarse a la isla ha terminado con curiosos, misioneros, pescadores furtivos, investigadores y náufragos muertos, a punto de perder la vida o heridos. El primero del que se tiene noticia se remonta al siglo XIII, cuando Marco Polo los describió como “una gente cruel y violenta que se come al extranjero que llega a sus tierras”. Acusación de canibalismo que es errónea según los antropólogos de la región.

Pero el primero más relevante es en el año 1867 cuando el archipiélago indio de Andamán y Nicobar era una colonia británica penitenciaria y Jeremiah Homfray se acerco en busca de convictos fugitivos: «Vimos a unos diez hombres en la playa, desnudos, de pelo largo y con arcos y flechas, pescando» viró el barco sin llegar a tocar orilla. Tres años después, el oficial de la marina británica Maurice Vidal Portman, se encargaba de censar las tribus del archipiélago, y desembarcó en Sentinel en busca de nativos. El grupo de exploración acabó capturando a una pareja de ancianos y a cuatro niños que trasladaron a Port Blair para su estudio. Todos enfermaron a los pocos días, los adultos murieron y los menores fueron devueltos a la isla.

Su dominio del entorno, es el mismo que el Homo Sapiens podía tener en la Edad de Piedra, lo que les convierte en un grupo humano extremadamente indefenso a cualquier cambio.

Desde 1967 y durante unos 30 años Trilokinath Pandit, antropólogo indio, condujo expediciones de contacto limitado que acabaron cosechando éxito en el año 1991, siendo «los únicos que, en toda la historia, han mantenido un contacto más o menos habitual con los sentineleses y han logrado sobrevivir para contarlo»

Trilokinath Pandit antropólogo indio en 1991 contactando por primera y única vez con el pueblo de Sentinel del Norte

El 4 de enero de 1991, Pandit y el resto de antropólogos que le acompañaban volvieron a la isla y, según relata «por primera vez, fuimos recibidos por un grupo de 28 hombres, mujeres y niños desarmados». Ante la imposibilidad de comunicarse se relacionaron con gestos. Pudo obtener datos sobre su vida y cultura, como que solo son capaces de contar hasta dos y sus canciones solo tienen dos notas. Poco después los sentineleses recuperaron su actitud hostil y no dejaron acercarse más al grupo de investigadores.

A finales de 2018, el misionero estadounidense John Chau viajó a Sentinel del Norte con la intención de evangelizar a la tribu. Su final fue trágico: murió atravesado por las flechas de los sentineleses y su cuerpo nunca fue recuperado.

La sociedad más vulnerable del planeta

«Los sentineleses son uno de los pueblos más primitivos y con más peligro de extinción en la Tierra», son las palabras de un alto funcionario indio.

El aislamiento voluntario de esta comunidad en la Isla de Sentinel desde que llegaron hace más de 50.000 años, cuando los primeros seres humanos se asentaron en la zona, les convierte en una población extremadamente vulnerable a los virus, bacterias y gérmenes a los que la humanidad se ha enfrentado e inmunizado de forma natural o inducida por la ciencia. Cualquiera que entrara en contacto con los sentineleses se convertiría en un portador potencial de alguno de estos patógenos.

Su dominio del entorno, es el mismo que el Homo Sapiens podía tener en la Edad de Piedra, lo que les convierte en un grupo humano extremadamente indefenso a cualquier cambio.

Las autoridades de la India entienden que «los sentineleses son, de algún modo, conscientes del mundo que les rodea aunque no lo comprendan y les sea extraño». Ven enormes cargueros a lo lejos y grandes aviones que sobrevuelan su isla. Aun así la India, como la mayoría de otros gobiernos en países latinoamericanos en los que sobreviven grupos no contactados, ha decidido «respetar esa voluntad de aislamiento y no interferir de ninguna manera en el día a día de los sentineleses».

El terremoto de Sumatra-Andamán de 9,1 grados en 2004 elevó el terreno de la isla casi dos metros y quedó unida a un islote cercano, aumentando de tamaño.

La última foto tomada se hizo desde un helicóptero que sobrevoló la isla comprobando el estado de sus habitantes tras el terremoto y posterior tsunami de Sumatra en 2004 que acabo con la vida de 275.000 personas de pueblos y ciudades costeras, a través de casi todo el sur y sudeste de Asia, incluyendo partes de Indonesia, Malasia, Sri Lanka, India y Tailandia. En la imagen se puede ver a un poblador de Sentinel del Norte lanzando flechas con su arco contra el vehículo.

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