marzo de 2024 - VIII Año

Todo cambia…algo permanece

El devenir heracliteano, una fuente inagotable

..., me dan la clave del enigma
en la pregunta misma sin respuesta
que hace nacer la luz de mis pupilas ciegas
José Ángel Valente

heraclitoLos presocráticos y Heráclito en particular, son destellos de sabiduría y lucidez. Sin embargo, en esta época de desinterés y desprecio hacia la Filosofía, las Humanidades y la herencia del mundo clásico su estudio casi ha desaparecido del currículum educativo. Sólo se recuerda algún tópico y poco más… en el mejor de los casos.

La realidad es más compleja. Heráclito es más profundo, más sagaz y a poco que nos aproximemos a él, una fuente de constantes sorpresas.

Vino al mundo en Éfeso, a medio camino entre Mileto y Colofón, en el litoral, que hoy es Turquía. Fue el primogénito de una familia real y renunció al trono para dedicarse a la Filosofía y para moverse y actuar con libertad e independencia. Su carácter agrio y difícil, adoptó una posición crítica respecto a la sociedad de su tiempo. Cuando el filósofo Hermodoro que pretendía introducir reformas en la ciudad, fue expulsado de Éfeso acusado de corromper a la juventud y de cuestionar a los dioses del lugar -lo que recuerda claramente el juicio y la muerte de Sócrates- Heráclito, con valentía, denunció esta injusticia de los efesinos pues siempre se destierra a quien dice la verdad.

De Heráclito sólo se conservan fragmentos breves, aforísticos, crípticos y proféticos, quizás sea este el motivo de que se le llame El Obscuro o El Solitario y que viva en la memoria como un pensador enigmático.

¿Por qué es tan vigoroso su pensamiento? a lo largo de los siglos, su figura ha interesado y ha hecho reflexionar a mentes esclarecidas como Platón, Kant, Nietzsche o Wittgenstein. Entre quienes lo mencionan y reproducen algunos de sus aforismos y sentencias se encuentran Aristóteles, Herodoto, Diógenes Laercio, Sexto Empírico…

Heraclito3Heráclito es mucho más que la mera oposición de contrarios. Es un gran dialéctico. Para él la realidad se fundamenta en el dinamismo de lo múltiple. Este es uno de sus grandes hallazgos que lo convierte en un filósofo cuyo discurso transcurre paralelo al de Parménides y no como su antagonista.

Por supuesto, las contradicciones están vinculadas al origen de todas las cosas, pero por debajo de ellas, subyace una armonía que las hace posibles. Para el pensador de Éfeso existe una ley que rige el mundo y también la mente humana: el logos que todo lo unifica y lo ordena.

Habría, también que exponer que con Heráclito la investigación filosófica alcanza conciencia de su naturaleza, de ahí su diatriba contra los hombres dormidos que no saben descifrar la realidad y que se conforman con una visión superficial de las cosas.

En tiempos de atolondramiento, desinformación y pérdida de prestigio del estudio y de la investigación, esta posición del filósofo de Éfeso es valiente y enternecedora pero, también, una prueba de que hasta qué punto hemos retrocedido en nuestras exigencias epistemológicas.

Se suele decir que los presocráticos se ocuparon del estudio de la naturaleza y sus leyes y de lo que en ella cambia o permanece. Esto es cierto, pero lo que no se afirma con la misma rotundidad, es que algunos presocráticos como Heráclito son esencialmente grandes metafísicos… y en su caso un trapecista sin red que se mueve por la senda obscura y difícil que separa y unifica la apariencia y la realidad.

Para adentrarse en Heráclito, con la dificultad añadida de que sólo conocemos de él retazos de su pensamiento, es inexcusable captar el concepto de «logos». ¿Qué significa el «logos» en Heráclito? tanto el hecho de hablar, de comunicarse como el pensamiento y la realidad que existe más allá de las palabras.

libro kolakUno de los pensadores que se ha ocupado del Filósofo de Éfeso es Daniel Kolak, que ahonda en que lo esencial de sus postulados es capturar lo huidizo. Su propósito es unificar los opuestos y una vez fundidos poner de manifiesto la profunda unidad cósmica y oculta de las cosas.

Cuando los antiguos filósofos griegos hablaban del mundo como totalidad, lo llamaban cosmos. ¿Qué debemos entender por cosmos? algo así como totalidad ordenada. Lo que sin duda resulta estimulante es el papel que reserva a la inteligencia humana, que debe pasar por encima de las apariencias engañosas, para elevarse hasta la lógica invisible a fin de aprehender, mediante la luz de la razón, lo que se oculta tras la lógica de la existencia.

Es oportuno afirmar que la dialéctica heracliteana influye y, poderosamente, en la dialéctica platónica. Platón recoge con habilidad las aportaciones de muchos presocráticos pero, entre ellos, la huella de Parménides y de Heráclito es claramente perceptible. En su dualidad del mundo sensible y en la necesidad de buscar tras las sensaciones una verdad oculta pero a la que la inteligencia puede tener acceso… siempre que la mente permanezca despierta y alerta.

Me parece digno de atención que en el pensamiento del Filósofo de Éfeso el conocimiento es perspectiva o, también, que la perspectiva de las cosas, su forma de acceder a ellas, constituye la base misma del conocimiento.

Heráclito parece preguntarse: el cosmos ¿es uno o múltiple? ambas cosas. Ya que nuestras percepciones, nuestra manera de aprehender la realidad se basa en opuestos, en tensión, en lucha. El concepto de lucha es vitalista y dinámico… Si no se tensan las cuerdas de la lira, nunca podrán producir un sonido armónico. La vida, el mundo es tensión, conflicto y sucesión de opuestos… infinito y finito… muerte y vida. Por encima de todos los cambios, hay algo que queda y permanece.

heraclito2La vida de Heráclito es enigmática y misteriosa pues son pocos los datos fehacientes y documentados de que disponemos. Podríamos preguntarnos, a título de ejemplo, ¿fue anterior o posterior a Parménides? Nada sabemos a ciencia cierta. Y, ahí, es donde es necesaria la interpretación. Permítaseme una opinión, creo que fue posterior y que, en cierta medida, su pensamiento y sus hallazgos son una respuesta a los eleatas.

Me parece de justicia citar al decimonónico H. Diels, científico, filólogo, helenista e historiador de la Filosofía pues fue el primero que ordenó y publicó los fragmentos conservados de los presocráticos. Todas las ediciones posteriores lo tienen como referente y pionero para adentrarse en ese mundo complejo y poliédrico.

Recordemos que es la oposición de contrarios lo que armoniza y, al mismo tiempo ordena, el cosmos para Heráclito. Es de capital importancia que el mundo no ha sido creado por los dioses sino que siempre fue, estuvo ahí y será eterno. Esta visión del universo es muy diferente de la judeo-cristiana que contempla el concepto de creación.

El fuego actúa en Heráclito como símbolo del devenir. El fuego eterno que se va transformando en un continuo discurrir se enciende, según medida, y se apaga según medida (fragmento 30). He ahí, al mundo como realidad autónoma de los dioses y de los hombres y en «ese se enciende y se apaga con medida» intuimos nada menos que el principio racional de la ordenación del mundo.

El fuego como elemento central del devenir, ni es caótico ni obedece al azar, sino a una ley, la del logos. Es la armonía de los contrarios la que ordena y hace inteligible el cambio.

Frederick CoplestonOtro estudioso y divulgador de la historia de la Filosofía, Frederick Copleston, realiza sobre la influencia del Pensador de Éfeso en ámbitos distintos al del pensamiento, como la creación literaria, un juicio inteligente y tremendamente motivador. Cuando dice que Heráclito es un Pirandello del mundo antiguo está dando en la diana. Es fascinante buscar la unidad en la diversidad y la diversidad en la unidad. La realidad es una y, al mismo tiempo, múltiple. En cierto modo, podríamos decir, que algunos de los principales descubrimientos y hallazgos pirandellianos pueden rastrearse en Heráclito.

Sus intuiciones y tentativas son un pozo sin fondo. Cuando concebimos la materia en términos de energía estamos, sin darnos cuenta, siguiendo la estela heracliteana.

Otra idea que no puedo sino apuntar es que fue panteísta, aspecto este que suele pasar bastante desapercibido. Y lo mismo cabría decir si nos aproximamos a la Mecánica Cuántica. A poco que se sepa buscar se encuentra la huella del Pensador de Éfeso en aspectos de relieve de esta teoría.

He de poner fin a estas reflexiones. Volviendo a repetir que si se sabe buscar con curiosidad intelectual y con fundamento y rigor, Heráclito es una fuente inagotable y, una invitación permanente a encontrar orden en medio del desorden, armonía más allá de los contrarios. Sobre Heráclito no está todo dicho. Por el contrario, cada época y cada generación ha de seguir explotando esta imperecedera mina. Para finalizar reproduciré el fragmento o aforismo (123) que pone abiertamente de manifiesto que la tarea no está concluida «La naturaleza gusta de ocultarse».

 

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