marzo de 2024 - VIII Año

IV encuentro de Poesia a Sul

En Olhão (Algarve), del 19 al 28 de este mes de octubre

olahoOlhão es un puerto de abrigo para la poesía. Fernando Cabrita, poeta, cosmopolita, abierto al mundo, tiene la energía y el empeño en fomentar la poesía, de Portugal, de España, Marruecos, Estados Unidos, Irlanda, de poetas de más de diez países que vienen encontrándose cada octubre leen sus poemas, cantan fados o tocan el violín en terrazas, en salas limpias, sonoras. El ayuntamiento de Olhão lleva cuatro años apoyando con generosidad y visión estas reuniones donde los poetas ofrecen sus obras, comparten sus sentimientos y sus sueños.

El clima suave del Algarve, el mar y su ría Formosa, con su centro que me recuerda las calles escondidas de la medina de Rabat, con casas blancas, azoteas planas, rincones floridos, es propicio a la lectura. Y también a escribir y a pintar. Visto desde la altura parece, efectivamente, una pintura cubista, siempre con el fondo azul del cielo y más oscuro del mar. El Algarve ha sido siempre mucho más que un destino turístico.

Este año se ha rendido homenaje a João Lúcio, que murió hace ahora un siglo, olvidado, antes de llegar a los cuarenta años, y que cantó su Algarve en poemas delicados, como O meu Algarve, poema largo, completo, que tiene el ritmo suave de ese mar ante el cual sus versos cobran nueva dimensión.

Los locales donde se celebra han sido muy bien escogidos, desde el museo municipal del histórico Edificio do Compromisso hasta la Associação Re-Criativa, la terraza del Cantaloupe, frente a la ría Formosa, sin olvidar el barco Bom Sucesso que recorre la ría y donde se recitan poemas. Todo Olhão participa en el evento y por unos días los poetas salen a las calles, charlan, son protagonistas junto scon sus lectores y los que les escuchan.

Sería imposible citar a todos los participantes sin incurrir en omisiones lamentables, pero quisiera destacar la presencia de Teresa Rita Lopes, la gran pessoana que nos ayuda a desentrañar el misterio del Livro do Desassossego, las alusiones a veces crípticas de Pessoa, tan amante de lo oculto. No hace una interpretación profesoral sino que acerca al gran poeta a todos los lectores. Y lo hace con gracia, con humor y conocimiento, sin alardes eruditos, con paciencia, sosiego y conocimiento. Escucharla nos lleva a leer, o releer, con otra luz, ese libro tantas veces interpretado e incluso tantas veces mal comprendido bajo el exceso culterano de muchos que lo han malentendido.

El Libro del Desasosiego es un libro, nos dice Teresa Rita Lopes, que hace preguntas y que tiene una continuidad en sus poemas, en todos los libros de los tres heterónimos, Alberto Caeiro, Alvaro de Campos y Ricardo Reis. Pero en el libro aparecen otros como Vicente Guedes y Bernardo Soares, y otros semi-heterónimos.

Entre los españoles ha venido desde Fuenteheridos Manuel Moya, traductor de poesía portuguesa, desde Pessoa a Sophia de Mello Breyner. Además de escribir su propia obra, se dedica a ofrecer al lector español tesoros escondidos de la poesía portuguesa. Y encima, tiene sentido del humor y no es solamente un contemplativo, sino un activo de la cultura y del civismo político.

Pero también aparecen los protagonistas de la Poesía de la Consciencia, que nos presenta Antonio Orihuela, o los hacedores de Alameda, esa revista que preparan Gema Estudillo y Uberto Stabile. En el último número, un homenaje a la primera traducción de Howl, Aullido, de Allen Ginsberg, y a Jack Kerouac. Además, publican Las hojas del baobab, pequeñas ediciones de poesía en un bello papel plegable, firmado por cada autor, en número restringido (máximo de doscientos ejemplares), que se venden a un euro.

olaho2Estos días, Las hojas del baobab nos traen el largo poema de Fernando Cabrita, Porque se apagam as luzes. Cabrita escribe poemas muy largos que, en esa gran tradición lírica portuguesa, llevan intercalados versos en inglés, en español. Así lo hacían ya los clásicos Sá de Miranda, Gil Vicente o Camões, así el propio Pessoa con sus versos en inglés escritos en Durban. Fernando Cabrita recita alguno de sus poemas, pero deja al lector descubrir muchos otros, como Meditação em Novembro, donde la evocación del mar, y de tantos poetas que nos precedieron, hace que lo leamos lentamente, saboreándolo y que nos guste releerlo, que siempre quedan palabras recién descubiertas, asociaciones líricas inesperadas,

Penso-me como um poema que alguém teria escrito numa cidade
velha,
Parada após terem por ela passado mais de metade de todos os
séculos.

[Me pienso como un poema que alguien habría escrito en una vieja ciudad
detenida tras haber pasado por ella más de la mitad de todos los siglos.]

He ahí el poeta, Cabrita, he ahí el porqué de Olhão para leer, escribir y escuchar poesía en una población por la que han pasado todas las civilizaciones que conocemos en la Península Ibérica y cuyas fértiles huellas conserva.

Encontramos también al poeta de Almada, esa villa frente a Lisboa al otro lado del Tajo, a Fernando Fitas, un hombre que ha impulsado el asociacionismo cultural y que escribe poesía de denuncia, pero no panfletaria, como nos advierte. Nos lee un poema a la memoria de su padre, leemos otro a su madre y nos damos cuenta de que Fernando Fitas es más de lo que él declara.

Joaquín González Málaga y Carmen Vargas, desde Coria del Río, no traen sus Creaturas Literarias. Raquel Zaragaza, además de leernos poemas propios, uno de ellos sobre ese Estrecho de Gibraltar de esperanza y de muerte, nos ofrece su colección de versos que han creado en Cádiz, donde tienen cabida todos los poetas, Una hoja un libro, que se distribuye gratuitamente por la red (https://unahojaunlibro.wordpress.com/). Como nos dice, basta con descargar, imprimir, plegar y leer, porque ella, además de amar la poesía, ‘cree que sirve para algo’.

Por la noche ha llovido y la mañana es diáfana, con restos de nubes, la ría está clara. De la orilla sur del Mediterráneo nos llegan las voces de Nina Lyss Affane (Argelia) y de Akoumi Abdelkrim (Marraquech), y los versos del vietnamita Chi Trung, que si no entendemos captamos en un ritmo lírico, una demostración de la universalidad de la poesía.

La violinista y poeta Myhue McGrown interpreta a Piazzola y a Monti frente al mar. Los paseantes, extranjeros y portugueses, se detienen para oirla, maravillados de que una ciudad que se diría sólo turística ofrezca ese solaz para el alma.

El IV encuentro Poesia a Sul dura nueve días, está abierto a todos y podemos aprovechar, no solamente para conocer Olhão sino otros lugares cercanos como Quelfes o Moncarapacho, incluso cruzando el Guadiana hasta Ayamonte. Es poesía en el Algarve, en uno de los lugares del mundo que más se prestan a este ejercicio de alma, conocimiento y generosidad de los poetas, artistas y músicos de más de diez países.

Este Encuentro sirve para tupir el tejido cultural portugués, su civilización literaria, algo tan importante o más que el producto interior bruto, y que contribuye al prestigio del país.

 

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